Marie-Chantal Claire Miller, mejor conocida como Marie-Chantal de Grecia, comenzó a formar parte oficialmente la Familia Real en 1995, cuando se casó con el príncipe Pablo, hijo mayor de Constantino II, el último rey de los helenos, cuya muerte aconteció recientemente, en 2023, año en el que se asegura que su viuda, Ana María, traspasó su joyero a su nuera.
Entre las piezas helenas heredadas por Ana María a Marie-Chantal se encuentran principalmente dos: una tiara de rubíes y diamantes y la diadema de esmeraldas de la reina Olga. La primera de estas prendas va a juego con un lujoso juego de collar, pendientes y un par de broches y se destaca por contar con un diseño de la tiara, inspirado en la corona de rama de olivo (kotinos, en griego) que recibían como premio los vencedores de los Juegos Olímpicos en la Antigüedad.
Por su parte, la corona de la reina Olga se trata de una pieza que, según muchos expertos, debería recaer en la cabeza de la reina Letizia de España, aunque finalmente el destino hizo que Marie Chantal fuera la heredera.
¿Cuál es la historia de la tiara griega de rubíes heredada por Marie-Chantal Miller?
La historia de la tiara griega de rubíes se remonta a la reina Olga Konstantínova Románova, quien después de casarse con el rey Jorge I de Grecia en 1867, recibió en cada uno de sus aniversarios de boda un rubí “sangre de paloma” de manos de su esposo. Después de acumular varias de estas joyas, el entonces rey de los helenos se encargó de regalar a su amada un conjunto para montar las gemas, con un diseño de corona de laurel como símbolo de la antigua Grecia.
La joya pasó de generación en generación y finalmente la reina Federica se la regaló a su nuera, la princesa Ana María, el día de su boda. Finalmente esta preciada joya pasò a formar parte del joyería de Marie-Chantal.
¿Cuál es la historia de esmeraldas de la reina Olga?
Otra de las joyas heredadas por la esposa del príncipe Pablo es la tiara de diamantes, también originalmente llevada por la reina Olga. Esta pieza esta compuesta por una serie de joyas que la nieta de Nicolás I de Rusia recibió cuando se casó con el rey Jorge I de Grecia, a los 16 años. Su nieto Jorge ll y su esposa, la reina Isabel, transformaron las piedras en una tiara estilo kokoshnik con un diseño de diamantes en forma de ‘E’, a inicial de su nombre, entre las esmeraldas.
La siguiente propietaria de la pieza fue la reina Federica de Grecia, quien lució el conjunto en la boda de Isabel II y el duque de Edimburgo en 1947 y, después, se lo regaló a la princesa Ana María, suegra de Marie-Chantal, quien lució la tiara en sus primeros retratos oficiales antes de su boda, para años después traspasarla a la esposa de su hijo mayor.