Este 2024 toca el turno de que la hija menor de los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, Magdalena de Suecia, sople las velas de su pastel de cumpleaños número 42, llegando a su aniversario con toda una serie de looks dignos de catálogo y una que otra anécdota más que memorable.
Magdalena llegó al mundo un 10 de junio de 1982 en el Palacio de Drottnigholm, siendo la tercera hija de los monarcas al frente de la Casa Bernadotte.
Conforme pasó el tiempo, la princesa fue ganando, a la par de sus hermanos, una gran cantidad de protagonismo, no solo por su importante rol institucional, sino también por su deslumbrante belleza, la cual en cada una de sus apariciones públicas ha sido potenciada por medio de glamorosas prendas de moda, entre las cuales se enlista una novedosa selección de tiaras, de las cuales algunas se han posicionado como las favoritas de la royal.
Las 3 tiaras favoritas de Magdalena de Suecia
Corona imperial de amatistas
La especial tiara de amatistas moradas fue elaborada para la emperatriz francesa Josefina Bonaparte y tiene su origen en el año 1805.
Posteriormente en 1814, la pieza fue heredada por Augusta de Baviera, duquesa de Leuchtenberg, quien a su vez, la traspasó a su primogénita, la reina consorte Josefina de Leuchtenberg y así sucesivamente ha ido en manos de las mujeres herederas del reino Sueco, hasta llegar a las de Magdalena, quien a pesar de no ser la primera en la línea de sucesión al trono, ha podido portar varias de las joyas más emblemáticas de la familia.
La kokoshnik de aguamarinas sueca
Otra importante pieza que ha podido ser portada por la hija menor del rey Carlos XVI Gustavo es la kokoshnik de aguamarinas, la cual perteneció originalmente a la princesa Margarita y más tarde, tras el fallecimiento de esta royal, en 1920, fue heredada a su hijo Gustavo Adolfo, quien, a su vez, la compartió con su esposa, Sibila de Sajonia-Coburgo-Gotha. Ella la pasó a su primogénita, cuando se casó con John Ambler en 1964.
La pieza permaneció desaparecida del foco durante años, se llegó a pensar que la había vendido. Una versión que no queda descartada, ya que ahora se cree que el actual monarca de Suecia fue quien en alguna ocasión pujó por la pieza y la llevó de vuelta a la Casa Bernadotte.
La tiara Connaught o Sibila
Por último, también vale la pena destacar a la magnífica tiara Sibila, la cual fue ideada bajo la lógica de la corriente belle époque. Esta emblemática pieza fue elaborada por E. Wolff & Co. y fue un regalo que el príncipe Arturo de Reino Unido y Luisa Margarita de Prusia, duques de Connaught y Strathearn, entregaron a su hija Margarita cuando esta se fue de casa previo a su enlace matrimonial con Gustavo VI Adolfo de Suecia en 1905.
Tras la muerte de la princesa Margarita, la pieza pasó a su hijo, el príncipe heredero Gustavo Adolfo, quien se la regaló a su prometida, Sibila de Sajonia-Coburgo-Gotha.