Aunque ahora Suecia, Dinamarca y Noruega son estados independientes, en algún punto de su historia estos tres países fueron gobernados o estuvieron a cargo de una misma persona, por lo cual es comprensible que, para recordar estos nexos, los reyes daneses Mary y Federico hicieran una gira por estas naciones.
Por ello es que esta visita nos ha hecho recordar una singular historia que tuvo origen cuando Noruega se independizó del reinado de Oscar II de Suecia, en1905, y se convirtió en un estado soberano. En aquel momento, los noruegos buscaban a un nuevo rey para que los gobernase y, sorpresivamente, le ofrecieron el ‘puesto’ a un príncipe de Dinamarca.
La historia de Haakon VII, el príncipe danés destinado a convertirse en rey de Noruega
Para quienes no lo sepan, esta historia de la que hablaremos hoy se trata del rey Haakon VII de Noruega, antes príncipe Carlos de Dinamarca, ya que este monarca no nació en territorio danés. De hecho, era el segundo hijo de los reyes daneses Federico VIII y Luisa de Suecia y se convirtió por elección popular en el primer soberano de una Noruega independiente en más de quinientos años.
Este momento, como ya adelantábamos, sucedió después de que la nación noruega se independizara de Suecia, ya que al convertirse en un estado independiente se creó un comité para elegir al nuevo jefe de Estado.
Aunque no se sabe con certeza porqué un danés fue elegido para gobernar otro país que no era el suyo, sí podemos intuir los motivos por los que fue elegido para este rol y algunos de ellos pueden resultar insólitos.
Para empezar, y como ya lo contamos, era hijo de reyes, por lo que tenía ‘sangre azul’. Algo elemental para gobernar un trono. Aunque la principal razón para ser eme elegido tiene que ver con su boda con la princesa Maud de Gales, hija del futuro rey Eduardo VII del Reino Unido y de su esposa, la reina Alejandra de Dinamarca, lo que la convertía en la nieta de la reina Victoria. Mientras que las raíces de su esposa lo ayudarían a tener a la nación británica como una aliada.
Sin embargo, el príncipe Carlos de Dinamarca no quería asumir la corona si el pueblo no lo aceptaba. Por lo que se celebró un plebiscito para que se pudiera refrendar su lugar, ya que cerca del 79% de la población estaba a su favor. Mientras que tras su aprobación, se convirtió en rey y decidió llamarse Haakon VII de Noruega. Mientras que su hijo Alejandro, pasó a ser después el heredero al trono noruego y sería conocido como Olaf V.
Por último, Carlos, ya convertido en Haakon VII, siempre fue un rey cercano al pueblo. Mientras que en la Segunda Guerra Mundial le hizo frente al ejército nazi cuando éste invadió Noruega, lo que le valió que se ganara el respeto de todo los ciudadanos.