En Dinamarca, ya todo está listo para el histórico evento que se llevará a cabo el próximo 14 de enero, en el cual, ante los ojos del mundo entero, el príncipe heredero Federico se convertirá oficialmente en rey y la reina Margarita pasará a obtener un título de reina emérita.
Tal y como ha sido anunciado oficialmente por la Casa Real danesa, el discreto acto de proclamación de Federico se llevará a cabo en el lujoso palacio Christiansborg, recinto que alberga en sus paredes unas cuantas tragedias y decenas de datos curiosos, los cuales ha acumulado a lo largo de sus más de 800 años de historia.
Respecto al ámbito arquitectónico, cabe mencionar que el recinto que actualmente conocemos se ha formado a partir de la construcción de toda una serie de castillos construidos sucesivamente en el mismo sitio desde la construcción del primer castillo en 1167, siendo el diseño actual una obra del importante arquitecto Thorvald Jørgensen.
¿Cuál es el uso que suele dársele al palacio Christiansborg?
Actualmente el palacio donde Federico y Mary de Dinamarca se convertirán en reyes es la sede del parlamento danés, de la oficina del primer ministro y de la Corte Suprema danesa. Aunque, además de para asuntos diplomáticos, el lugar también suele ser la residencia invernal de los royals, quienes durante sus vacaciones de fin de año pasean sus días transitando entre las salas de recepción real, la capilla del palacio y las caballerizas reales.
El palacio Christiansborg es el único edificio del mundo que alberga las tres ramas de gobierno de un país. Por ello, el nombre de Christiansborg se utiliza también con frecuencia como metonimia del sistema político danés y coloquialmente se le suele llamar Rigsborgen, que significa “el castillo del reino”.
¿Por qué se dice que el palacio Christiansborg “está maldito”?
El surgimiento de la afirmación que señala la posibilidad de que exista algo macabro oculto entre los muros del palacio Christiansborg, tiene que ver con los diferentes incendios graves que ha sufrido la infraestructura, uno de ellos sucedido en 1794 y el segundo en 1884.
Las crónicas acerca del lujoso complejo señalan que después del primer incendio, prácticamente nada quedó en pie, salvó un par de obras de arte que aún se conservan. Después de la segunda tragedia en llamas que vivió la Familia Real danesa solo se conservaron la capilla real y los pabellones anexos.
Además de estas tragedias, se enlistan en los hechos misteriosos del palacio toda una serie de derrumbes propiciados por monarcas que buscaban hacer cada vez más moderna la construcción, abandonos, tomas por parte de la iglesia romana y destrucciones ocasionadas por guerras, como la suscitada en 1801 entre Dinamarca y Gran Bretaña y la guerra napoleónica.