Así como con unas imágenes puso en un hilo su matrimonio, ahora, las fotografías de Mary Donaldson y Federico de Dinamarca caminando juntos y de la mano, de camino a la misa de Navidad, acompañados de sus hijos y su familia, son clara evidencia de que el proceso de reconciliación de la pareja va por buen camino.
La pareja estuvo acompañada por sus hijos: Christian (18 años), Isabella (16) y los gemelos Josephine y Vincent (12), así como por la reina Margarita y el príncipe Joaquín con su esposa, la princesa Marie, y sus hijos.
Después de una imágenes prenavideñas en las que habían aparecido en solitario en sus redes sociales, por fin los vimos juntos de camino al servicio religioso que tuvo lugar en la Catedral de Aarhus. Dando continuidad a la señal de reconciliación que anteriormente había comunicado Mary de Dinamarca.
“Nos necesitamos unos a otros si queremos tener éxito.Y esto no sólo se aplica a la vida laboral y a quienes trabajamos para combatir el aislamiento social. Se aplica a todos nosotros. La gente necesita gente”, había expresado Mary, en su papel de presidente de Mary Fonden. Aunque, muchos dimos otra lectura a su mensaje.
El proceso de reconciliación
Tras la publicación de las fotografías que vinculaban a Federico de Dinamarca con Genoveva Casanova, acompañada de un minucioso relato con testigos sobre dónde se encontraron, cuál fue la exposición de arte que visitaron, qué cenaron y cómo pernoctaron en el piso de la aristócrata mexicana, el escándalo explotó.
Sin embargo, la Casa Real se limitó a responder de forma escueta: “Mantenemos una política desde hace años de no comentar ni confirmar cualquier detalle relacionado con asuntos privados. Además, nos gustaría enfatizar nuestro compromiso de respetar la privacidad de los miembros de la Familia Real, incluido el Príncipe Heredero”.
Tal como nuestra experta en realeza, Érika Roa había comentado en esa ocasión: “No creo que la reina Margarita permita un divorcio entre su hijo, Federico, y Mary, no cuando el cambio de estafeta está más cerca. Está en juego la continuidad de la monarquía y no hay lugar para un escándalo de ese nivel. Dejarán que pase el escándalo como si nada hubiera pasado”.
Fue así que comenzó el proceso de reconciliación. Primero nos mostraron a un príncipe Felipe en solitario y con rostro serio prendiendo las velas de la corona de Adviento de la Casa Real, mientras la gente preguntaba por Mary. Su esposa viajó en compañía de sus hijos pequeño a Australia, para, al fin, reencontrarse con el príncipe en Nueva Zelanda.
La actitud de Mary dista de su opinión sobre la infidelidad, publicada en el libro La princesa heredera Mary, del año 2004, donde se mencionaba: “No aceptaría la infidelidad dentro de un matrimonio. Una relación se basa en la confianza”.
Ahora, tras tomar unas muy necesarias vacaciones restaurativas por Australia y Nueva Zelanda, la pareja reapareció en Copenaghe para cumplir con una de las tradiciones de la casa real. El príncipe heredero y su esposa caminaron de la mano y muy sonrientes, mostrando una imagen de unidad y dejando atrás la tormenta mediática que se había desatado.
Tras los bien documentados rumores de infidelidad, el proceso de reconciliación de Mary y Federico de Dinamarca avanza; hasta el momento, la que pareciere que ha resultado más dañada tras el escándalo, ha sido Genoveva Casanova.