El 21 de noviembre se lanzó Letizia y yo, un libro redactado como dardo hacia Ortiz, pero la estocada final la dio Jaime del Burgo, revelando detalles de la supuesta relación sentimental que había mantenido con la esposa de Felipe VI, ¿cómo ha cambiado la reina consorte de España ante el escándalo que implica un presunto affaire?
Quizá estos no sean buenos momentos para realizar una encuesta de popularidad para la actual reina consorte, una de las personalidades de la realeza que, siendo plebeya, no ha logrado conectar al 100 con su pueblo, a diferencia del apoyo popular que reciben Máxima Zorreguieta y Mary Donaldson.
Hasta el momento, entre los escándalos más virales protagonizados por Letizia, sobresale un incómodo momento que protagonizó junto a la reina Sofía. Como recapitula El País: “El desliz más evidente de Letizia … se escenificó bajo la nave gótica de la catedral de Palma de Mallorca el Domingo de Resurrección de 2018, con un encontronazo con su suegra inmortalizado por las cámaras”.
¿Letizia pide el apoyo de sus cuñadas?
La relación de Letizia con las hermanas del rey Felipe VI no inició con el pie derecho y, con el paso de los años, tampoco fue mejorando. Si bien Letizia es organizada y perfeccionista, también es “hiperactiva, inconformista y contradictoria”. Personalidad que, sumado a su origen, no terminó por congeniar con la forma de ser y actuar de las infantas Elena y Cristina.
En un año en donde la familia real española se había reducido a actos protagonizados por la reina emérita Sofia, los reyes de España y sus hijas, la princesa Leonor de Asturias (quien alcanzó la mayoría de edad) y la infanta Sofía. Dejando al margen al autoexiliado rey emérito, Juan Carlos I, las infantas Elena y Cristina, y sus hijos, hubo un gesto que pudo leerse como un gesto de conciliación.
Tras el escándalo del supuesto affaire, la reina hizo “penitencia” y acudió a la comida en la que, de manera relajada e informal, la infanta Elena celebró su cumpleaños 60. Se dicen que los reyes fueron de los últimos en confirmar su asistencia y también fueron los últimos en llegar. Pero, para hacer aún más notoria su asistencia, en lugar de bajarse del auto enfrente del restaurante donde se realizó el festejo. Lo dejaron a unas cuadras, y caminaron hacia la reunión.
“Letizia ha vuelto al redil: se ha visto obligada a asistir al cumpleaños de la infanta Elena junto a su detestada familia política. La decisión de acudir al festejo la comunicaron los reyes el día antes, causando sorpresa en la homenajeada ya que no contaba con ellos, a pesar de que los había convidado… Aceptar la invitación debió costarle a Letizia sangre, sudor y lágrimas”, comenta Pilar Eyre en Lecturas.
En su canal de YouTube, la experta comentó: “Yo creo que ha tenido que agachar la cabeza. Lo que no ha conseguido nadie, lo ha conseguido [Jaime] del Burgo. Que Letizia se convierta en una persona sumisa, que pida disculpas de esta manera, que quiera estar al lado de su familia y que la proteja la familia real, algo que hasta ahora no había necesitado porque estaba en una posición de fuerza y ahora no lo está”, reflexiona Eyre.
Detrás de los cambios en Letizia
En uno de los momentos más críticos, la reina recibe el apoyo de sus “manos derechas”. Detrás de cada movimiento de la reina seguramente hay una estrategia de comunicación orquestada. La presencia de la reina en el cumpleaños de su cuñada fue una clara muestra.
José Manuel Zuleta y Alejandro es el Jefe de Secretaría de la Reina y ,“además de gestionar la agenda de la reina, procesar las peticiones de presidencia de actos y demás gestiones, dicen que Doña Letizia le ha pedido consejo en alguna ocasión para educar a sus hijas”, según la revista Vanity Fair.
Indudablemente, la estrategia del cambio de actitud de Letizia está encaminada a proteger a sus hijas y, de paso, a sí misma. “Creo que Letizia se ha sacrificado por la institución, es decir, por su hija y ha preferido mostrar esta imagen de afabilidad”, afirma Pilar en El Universo.
¿Y cómo ha cambiado Letizia? Primero cabe señalar que la Casa real de España no se ha prestado a involucrarse en el tema. Por otro, la reina ha buscado reflejar unidad, al caminar junto a su marido en actos oficiales y familiares, también ha dado la cara, pues cumplió con toda la agenda de compromisos del mes, mostrándose sonriente (aunque, según la mirada de los expertos, menos espontánea y platicadora).
De cara a un nuevo ciclo, en la agenda de enero ya están señaladas dos fecha importantes en la agenda de la Familia Real Española, a nivel oficial, la celebración de la tradicional Pascua Militar, el 6 de enero y un día antes, el festejo del cumpleaños 86 del rey emérito en Abu Dabi. ¿Conservará Letizia su cambio de actitud una vez que el escándalo del supuesto affaire pase a segundo plano?