Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi protagonizaron una de las historias de amor más románticas dentro de la realeza europea y además, eran considerados como una de las parejas más estables y sólidas del mundo de los royals. Sin embargo, un día tocó la muerta a sus puertas y dio fin a su matrimonio de apenas 7 años.
Aunque su noviazgo fue algo repentino, a simple vista siempre se notó lo mucho que se amaban, pues incluso el empresario siempre la consentía y la llenaba de regalos, además de demostrarse afecto en público en más de una ocasión, con lo cual robaban suspiros a más de uno.
¿Cómo inició la historia de amor de Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi?
La princesa y el empresario italiano se conocieron en el verano de 1983 en un crucero organizado por un amigo en común, Francesco Caltagirone. En ese entonces, Carolina tenía apenas dos años de haberse separado de su anterior esposo, Philipe Junnot, con quien no terminó nada bien ya que se descubrió que le era infiel con una secretaria.
A esas vacaciones, la royal había acudido con la que era su pareja oficial en ese momento, mientras que Casiraghi también tenía novia. Pero en algún punto del crucero, Stefano y Carolina se escaparon para recorrer juntos Nueva York y París, para después pasar a la casa de Stefano en Milán.
Esto solo provocaría que confirmaran su amor y pronto formalizarían su relación que parecía un cuento de hadas. De hecho, a los pocos meses de conocerse habían anunciado su compromiso. Mientras que 10 días después de ello, se llevó a cabo la boda, pues en ese momento Carolina estaba embarazada.
Aunque solo se casaron por el civil, ya que en ese tiempo la hija de Grace Kelly todavía no obtenía la anulación del anterior matrimonio por parte de la iglesia católica.
También el italiano era bien visto por el principado de Mónaco, ya que el mismo Rainiero III se dio cuenta de que realmente amaba a su hija y su relación iba muy en serio, además de que era un hombre hábil para los negocios.
La muerte de Stefano Casiraghi
Durante los 7 años de matrimonio, la pareja tuvo 3 hijos, Andrea, Carlota y Pierre y fueron vistos muy felices a cualquier lado que iban, ya sea en cruceros, playas o en desfiles de moda, ambos derrochaban miel y dulzura, y el italiano solía consentir a su esposa con lujosos regalos.
Pero esta historia tendría un punto final el 3 de octubre de 1990, pues ese día, el entonces marido de la princesa Carolina competía en Montecarlo con su lancha Pinot di Pinot, cuando una ola inesperada hizo que ésta volara por los aires, girando sobre sí misma, hasta chocar con el agua y quedar invertida.
Stefano Casiraghi no sobrevivió a este accidente, aunque la persona que lo acompañaba solo tuvo heridas leves. Pero el dolor por la pérdida fue tan grande para Carolina que jamás volvió a mencionarlo, al menos de manera pública y el brillo de sus ojos se apagó para nunca volver.