Corría el mes de julio del año 1999, cuando llegó al mundo la princesa Alexandra, la hija menor de Carolina de Mónaco y Ernesto Augusto V, príncipe de Hannover. En ese entonces la controversia por la relación de sus padres continuaba, pues el también duque de Brunswick y Luneburg había dejado a su antigua esposa, Chantal Hochuli, para estar con la primogénita de Grace Kelly.
Respecto a dicha polémica, cabe destacar que Carolina y Chantal eran mejores amigas, por lo que la noticia tuvo aún más impacto en los medios, quienes dedicaban tirajes enteros en retratar el escándalo real.
Finalmente, la princesa Carolina y Ernesto Augusto se casaron y tuvieron a su única hija juntos seis meses después de la boda. Sin embargo, los revuelos alrededor de esta familia no cesaron con la llegada de Alexandra.
¿Cómo ha evolucionado la relación de la princesa Alexandra con su padre, Ernesto Augusto de Hannover?
La actitud rebelde de Ernesto Augusto de Hannover no cambió ni con el matrimonio con la princesa Carolina ni con el paso de los años, por lo cual, aunque el matrimonio no se haya disuelto oficialmente, los padres de la princesa Alexandra se mantienen separados.
De hecho, el distanciamiento entre ellos comenzó cuando su hija en común era una niña, por lo que Alexandra fue prácticamente criada en solitario por su madre. De ahí la primera causa que la mantiene fría con su controversial padre.
De acuerdo con los últimos reportes plasmados en papel couché, la joven princesa se lleva de maravilla tanto con su madre como con sus medios hermanos: los Casiraghi y los Hannover. Sin embargo, la relación de Alexandra con Ernesto Augusto de Hannover parece estar completamente rota, por lo que se dice que actualmente padre e hija no mantienen contacto, principalmente por razones ideológicas y por el camino religioso que la joven decidió tomar desde hace algunos años.
¿Qué pasó entre la princesa Alexandra con su padre y Ernesto Augusto de Hannover?
Además de la evidente ausencia de Ernesto Augusto en la crianza de su hija menor, otra de las causas que pudo haber propiciado el distanciamiento entre ellos es el cambio de religión de la joven, quien dejó de practicar el luteranismo para convertirse al catolicismo en 2018.
Alexandra fue bautizada en la Iglesia Evangélica Luterana de Hannover el 19 de septiembre de 1999 y por esta razón se encontraba por debajo del puesto 411 en la línea de sucesión al trono británico gracias a su familia paterna. Sin embargo, al convertirse en adulta decidió cambiar de religión, siendo apadrinada por el coronel Luc Frigant.
Dicha decisión habría sido vista con muy malos ojos por su padre, quien actualmente reside en Madrid, por lo que por ahora no hay rastro de que ambos mantengan contacto.