El vestuario de Grace Kelly (antes y después de ser princesa de Mónaco) revela no sólo un gusto por la moda exquisito, sino un modo de vida. Las lecciones de estilo de la matriarca de la actual dinastía Grimaldi son origen de tendencias, motivo de estudio y el tema de este artículo.
La niña bien de Filadelfia, de escuela privada y padres con buena posición económica, deslumbró a Hollywood en los años 50 con su belleza y su talento como actriz, pero también con su manera impecable de vestir.
Cuando Grace Patricia Kelly nació el 12 de noviembre de 1929, su papá, John B. Kelly, ya tenía una fortuna que le permitía mantener muy bien a su familia. John también era un exatleta olímpico y había hecho dinero con una fábrica de ladrillos. El prestigio de los Kelly en su cosmopolita ciudad era, por tanto, grande.
Este contexto nos ayudará a entender a la chica que a los 18 años, Kelly llegó a Nueva York a estudiar en la prestigiosa American Academy of Dramatic Arts, de la que despegó para hacer teatro y televisión a finales de los 40.
El ballet era su otra opción de carrera, y aunque no siguió ese camino, la actriz practicó esta disciplina desde niña, esto también pudo influir en afinar sus gustos y ampliar su cultura general. Así, llegamos al momento en que la estrella de Grace comenzó a desplegar un brillo que no se ha apagado.
¿Cómo influyó Alfred Hitchcock en el estilo Kelly?
En 1954, luego de tres filmes, un Golden Globe y una nominación al Oscar, Grace fue protagonista de M for Murder, de Alfred Hitchcock, quien cuidaba mucho el vestuario de sus protagonistas femeninas a través de la diseñadora Edith Head.
La visión de Hitchcock y el talento Head lograron que Grace Kelly se convirtiera desde entonces en icono de moda. Su ropa en la cinta M for Murder era exquisita, perfecta para el personaje de Margot, la mujer rica que Grace interpretaba; el vestido rojo con bolero de encaje es el más recordado de este filme.
Su siguiente película con él fue Rear Window, en la que interpretó a Lisa, una consultora de moda que lucía trajes sastre y vestidos de vuelo, como el de top negro y falda blanca con aplicaciones que es un clásico.
En To Catch a Thief cada pieza que usó Frances, es una lección de elegancia, como el vestido azul estilo griego, el espectacular dorado estilo Luis XV o el coordinado blanco y negro para playa. Head estuvo nominada al Oscar por este vestuario.
Es cierto que hay más outfits increíbles en la filmografía y vida cotidiana de la actriz; sin embargo, el vestuario que lució en las películas de Hitchcock sentó las bases del estilo Kelly.
Kelly: las lecciones de moda de una princesa
1 Vestido de novia para el recuerdo
El hermoso vestido de su boda con Raniero en 1956 es emblemático del siglo XX. Fue obra de otra diseñadora de vestuario, Helen Rose, ganadora de dos Oscar y con quien trabajó en Mogambo (1953), The Swan y High Society (ambas de 1956).
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2 Maquillaje clásico y atemporal
Toda su vida, la princesa optó por maquillaje discreto, en el que destacaban sus labios. Sus joyas eran más sutiles que fastuosas: pendientes, colgantes y pulseras, destacando Cartier, la firma que creó sus dos anillos de compromiso. Este estilo, un tanto minimalista, equilibraba los outfits sencillos o espectaculares que lucía.
3 Aliados de moda
Con la casa Dior vivió un romance especial a través de Marc Bohan, el director creativo de la firma entre 1961 y 1989. “(Grace y Bohan) eran muy similares. Se educaron en las mejores escuelas y provenían de una buena familia. Él entendía lo que ella necesitaba”, contó Florence Müller a Vanity Fair en 2019. Ella fue curadora de Grace de Mónaco, Princesse in Dior.
La relación entre Grace Kelly y la maison de moda Dior fue fructífera: el vestido de su compromiso en 1956 o los trajes de gala que usó en los bailes de la rosa o las ceremonias de la Cruz Roja, como en la de 1968, donde lució un vestido de muselina de seda perfecto para la época y también para su figura.
4 Impuso tendencias
Si una cosa más hay que admirarle a la princesa de Mónaco es que aceptó su edad y los cambios en su figura, la que siguió luciendo con piezas como vestidos capa, como el que usó en 1967 en un homenaje a Hitchcock; un corte que hoy día seguimos viendo en royals como Máxima de Holanda o Letizia de España y en celebridades como Gisele Bündchen, que utilizó uno en 2019. Era blanco (como el de Grace). Tanto éste como el de la reina española son de Stella McCartney.
Por su parte, Gucci se basó en una de las prendas clave del estilo Grace Kelly y creó para ella el pañuelo Flora en 1966, que después se volvió uno de los emblemas de la casa y cuyo estampado se ha replicado en blusas (Carolina usaba una en los 70), gafas, bolsos y para la fragancia que lleva este nombre.
En 1966, la princesa y su esposo visitaron la boutique de la maison en Milán. Rodolfo Gucci le pidió que eligiera un regalo. Lo que pidió Grace era lo único que no había en la tienda: un pañuelo floreado. Rodolfo llamó a Vittorio Accornero para que creara “el pañuelo de flores más hermosas que podrían existir” y hacer una pieza única para ella. En 2013, Gucci recuperó diseños vintage, incluido éste, y la encargada de volver a portarlo fue la nieta mayor de la princesa, Carlota Casiraghi.
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Grace Kelly: legado de moda
El grado de influencia en la moda de Grace era tal, que Hermès llamó Kelly al bolso vanguardista que creó en los 30. En la web de la casa francesa se lee: “A finales de los años 50, cuenta la leyenda que Grace Kelly, estrella de Hollywood y princesa de Mónaco, fue fotografiada con el bolso ocultando los primeros indicios de su embarazo. El Kelly adopta entonces su nombre definitivo y adquiere fama internacional”.
Quizá sin el peso ni los homenajes de moda explícitos de Dior, Gucci y Hermès, las casas Balenciaga, Givenchy e Yves Saint Laurent también vistieron a Grace durante su vida en Mónaco, el principado que ella supo poner en el radar del mundo, algo que antes de ella no sucedía. Hoy, diseñadores y celebridades dejan ver la influencia de la princesa Kelly en sus creaciones y outfits.
Entre 2019 y 2020, firmas como Carolina Herrera y Rosa Clará presentaron trajes de novia con reminiscencias a los looks de Grace en los 50, con cinturones, vuelos, encajes y cuellos barco. En la primavera de este año, Valentino y Dolce & Gabbana retomaron las bermudas, una prenda que Grace usaba desde su época como actriz.
El legado de estilo la princesa Grace Kelly se nota igual en influencers, como Paula Ordovás y Chiara Ferragni (basta ver su vestido novia), pero sobre todo en sus nietas más jóvenes: Pauline Ducruet, hija de Estefanía de Mónaco y diseñadora de modas, y Alexandra de Hannover, hija de Carolina. De ahí que sus lecciones de estilo siguen vigentes.