La boda del ahora rey Carlos III y Lady Di ha sido calificada por los expertos en eventos nupciales como “la boda del siglo”, ya que el gran ostento y el poder mediático que poseía la “princesa del pueblo” hicieron que el mundo entero se conmocionara ante la transmisión de los fastos en vivo en televisión y la serie de preparativos que le precedieron.
El fastuoso evento se realizó en las inmediaciones de la Catedral de San Pablo, Alan Webster y contó con 2 mil 500 invitados, entre los cuales se encontraban las familias reales más importantes de la época y emblemáticos personajes de la historia mundial, como Nancy Reagan.
Sin embargo, entre la multitud de aristócratas destacó la imagen de un figura en especial, la cual fue invitada casi en contra de la voluntad de Diana: Camilla Parker Bowles, entonces ex novia de Carlos y ahora reina consorte de Inglaterra.
La incómoda presencia de Caimilla Parker en la boda de Lady Di y el príncipe Carlos
Según cuentan biógrafos oficiales de Lady Di, previo a la boda, la más bella descendiente de la dinastía Spencer había sido testigo de un romántico detalle que el entonces príncipe Carlos había obsequiado a su amante Camilla, el cual consistía en un lujoso brazalete con la inscripción de su nombre. Esto habría desatado la furia de la joven de entonces solo 20 años de edad. Sin embargo, eso no impidió que el hijo de Isabel II se saliera con la suya e invitara a la controversial mujer a su boda.
En las fotografías del evento casi no se logra distinguir la imagen de Camilla, pues, a pesar de su papel antagónico en el evento, logró camuflarse a la perfección entre la multitud de aristócratas y jefes de estado invitados.
Sin embargo, los observadores, que han logrado hacer un profundo zoom a los testigos fotográficos de aquel día, han logrado percibir no solo el rostro de Camilla, sino también el incómodo gesto que tuvo con Lady Di.
Camilla Parker acudió vestida de blanco a la boda del príncipe Carlos
Por si no fuera poco con su presencia, la ahora reina consorte decidió acudir a la boda de quien fuera su amante vestida completamente de blanco, contrastando con los atuendos de otras invitadas, quienes optaron por lucir atuendos acotados a una estética cromática pastel o neutra.
Camilla sabía perfectamente que en ese entonces ella no era la princesa que reino británico buscaba para ser representado, pues ella era una mujer divorciada y por supuesto “impura” bajo los criterios del protocolo, por lo que disruptivamente decidió aparecer en la boda de Lady Di luciendo un atuendo del mismo color que la novia, quien lució uno de los vestidos más bellos de la historia, el cual tuvo que ser ajustado decenas de veces debido a su extrema pérdida de peso previa al gran día.
Aunque, definitivamente, ni Camilla ni ninguna otra novia ha hecho competencia al gran look de olanes y vuelos de Lady Di, el gesto de que Parker Bowles decidiera asistir a la boda de quien ahora es su esposo vestida de blanco no deja de causar conmoción y escándalo entre quienes veían a Diana como la futura reina perfecta.