Después de siete años de distanciamiento se ha reconciliado con su hijo Borja
Carmen “Tita” Cervera, la famosa baronesa von Thyssen-Bornemisza, ha recuperado la felicidad, pues luego de siete años de no hablar con su adorado hijo único Borja y de litigios en los tribunales, han hecho las paces. La baronesa ha conocido a sus tres nietos, y ha anunciado que toda la familia se muda a Suiza, ya que solo pueden pasar en España 183 días al año, o tendrían que pagar, como residentes españoles, los impuestos de su cuantiosa fortuna.
Carmen es la viuda de uno de los hombres más ricos del mundo; sus 17 años de matrimonio con el barón Hans Heinrich “Heini” Thyssen-Bornemisza la convirtieron en una importante coleccionista de arte. Desde su boda en 1985 fue aprendiendo de arte junto a su marido, cuya colección solo rivaliza la de la reina Isabel II de Inglaterra. Y ahora Tita exhibe sus valiosas obras por el mundo y abrió su Museo Carmen Thyssen en Málaga.
Cuando conoció al barón -22 años mayor que ella-, Carmen era madre soltera del pequeño Borja, y su vida era muy difícil, pues no se casó con Manolo Segura, el padre de la criatura, en una España que era muy cruel con las mujeres que tenían hijos sin estar casadas.
A la izquierda: ¡Juntos de nuevo! Carmen Cervera con su hijo Borja y la esposa de éste, Blanca Cuesta, de vacaciones en Ibiza. A la derecha: Toda la familia en Ibiza. Carmen con sus nietos Eric, Sacha y Enzo, Paz Pastor y su esposo Manolo Segura (padre de Borja), Blanca Cuesta y Borja Thyssen-Bornemisza.
La pelea con Borja comenzó cuando su hijo se casó, en contra de su voluntad, con Blanca Cuesta, nueve años mayor que él, con quien el chico comenzó una relación siendo muy joven. Después de siete años, la novia salió en estado, la boda se apuró, y pasaron por la iglesia cuando Blanca tenía más de seis meses de embarazo. Tita no fue a la boda de su único hijo. Dio entrevistas a la prensa y habló mal de su nuera, sugiriendo que buscaba el dinero de su hijo. También comentó que no sabía por qué Borja había cambiado tanto, “llenándose de tatuajes y cortándose el pelo de forma tan fea”. Además, “no trabaja”, decía. Sin embargo, los años de matrimonio con Blanca y el nacimiento de sus tres hijos (están a punto de tener el cuarto) muestran que son felices, aunque no trabajan y se pasan la vida de vacaciones o de compras con sus hijos.
El barón, que adoptó a Borja, era un hombre feliz, y cuando los entrevisté varias veces en los 1980 y 1990, era muy cariñoso con Carmen.
Tras enviudar en 2002, Carmen Cervera adoptó a unas gemelas en 2007: María del Carmen y Guadalupe Sabina. Dicen que durante años tuvo un acompañante serio, que fue su profesor de artes marciales, pero ahora no se le conoce nuevo novio. Posee una colección de joyas impresionante. “Heini era generosísimo y me adoraba”, dijo en una ocasión. “Yo lo salvé el día que lo conocí. El había estado casado cuatro veces, pero las mujeres lo habían decepcionado. Le di alegría de vivir”.
El barón y Carmen se conocieron en un crucero, en el yate de unos amigos comunes, en Cerdeña. “El me puso los brazos en los hombros y desde ese día nunca nos separamos. Para él fue muy especial, porque además de mi amor, le di a Heini una familia a través del amor que vio que yo sentía por mi madre y por mi hijo. ¡El nunca había conocido esos valores! Y se sintió muy feliz”, ha dicho Carmen, y humorísticamente, agrega: “Cuando nos conocimos, Heini me miró de la misma manera que miraba las obras de arte que quería para él”. Y su matrimonio lo hizo tan feliz, que al fundar un museo con su colección de arte, Carmen lo convenció de que España debía ser el sitio ideal para sus valiosos cuadros. En 1992 se inauguró en Madrid el Museo Thyssen-Bornesmisza. Carmen fue la quinta esposa de Heini. El estuvo casado con la princesa alemana Teresa de Lippe; Nina Dyer, Fiona Campbell y Denisse Shorto, y tuvo cuatro hijos, pero se fascinó desde el primer instante con la española, que se reía a carcajadas de sus chistes. Le propuso matrimonio y adoptó al pequeño Borja. “Es el único niño con quien he vivido y he visto crecer”, dijo Heini.
Antes de que el barón llegara a su vida, Carmen estuvo ocho años felizmente casada con el estadounidense ex Tarzán del cine Lex Barker. Después de enviudar súbitamente (el guapo Lex cayó muerto de un infarto en las calles de Nueva York), tuvo un corto matrimonio con el venezolano Espartaco Santoni. Cuando ya había pasado los 35, salió embarazada de Manolo Segura, un publicista español, quien ahora es íntimo amigo de ella y de Borja. Borja y la madre de Tita -fallecida hace unos años- fueron “su adoración”, por lo que los disgustos con su hijo la tenían muy triste. Afortunadamente, toda esa etapa quedó atrás y hoy la familia está unida de nuevo.
A la izquierda: El día de su boda con el barón Hans Heinrich Thyssen- Bornemisza, en 1985. Los acompañó Borja, el hijo de Carmen. A la derecha: Carmen con sus gemelas adoptadas en 2007: María del Carmen y Guadalupe Sabina.