Un día como hoy, pero de hace 68 años se celebraba en el Palacio del Príncipe de Mónaco y la Catedral de San Nicolás la boda de la actriz hollywoodense Grace Kelly y el príncipe de Mónaco Rainiero III, una pareja que pasó a la historia por el amor de cuento que vivieron, del cual aún queda como testigo toda su descendencia.
Después de haberse anunciado el compromiso en 1955, el 18 y 19 de abril se llevó a cabo la unión nupcial del heredero de Luis II de Mónaco con la protagonista de icónicas películas del cine estadounidense como La ventana indiscreta (1954) y The Country Girl (1954), filme que la hizo al Premio de la Academia a la Mejor Actriz.
El majestuoso evento, el cual fue calificado como “la boda del siglo”, contó con la presencia de mil 500 periodistas, fue visto por más de 30 millones de espectadores en televisión en vivo, por medio de la transmisión exclusiva de Metro-Goldwyn-Mayer Studios. Asimismo, el alcance mediático del acto fue bautizado por el biógrafo Robert Lacey como “el primer evento moderno en generar una exageración mediática”.
La boda de Grace Kelly con el Príncipe Rainiero III
La ceremonia eclesiástica que adscribió a una de las estrellas más importantes de la época a los Grimaldi se celebró en la Catedral de San Nicolás, con la Solemne Misa Pontificia presidida en francés por el obispo Gilles Barthe, en presencia de 700 invitados.
De acuerdo con testigos de la transmisión, que aún permanecen en internet, la catedral estaba decorada con lirios, lilas blancas y dragones, que colgaban de cestas y candelabros; y el altar estaba rodeado de velas parpadeantes.
Las crónicas de la época recogen que el servicio comenzó con la llegada de Grace Kelly al recinto religioso, del brazo de su padre, John Kelly, quien de acuerdo con la tradición de Mónaco, entregó a la novia con su prometido en el altar, para posteriormente profesar sus votos e intercambiar un solo anillo antes de arrodillarse para orar y recibir la comunión, acto que el imaginario colectivo recuerda como una escena salida de una película de amor.
El recuerdo de la fiesta nupcial de Grace Kelly con el Príncipe Rainiero III, a 68 años de haber sucedido
Tras la ceremonia, el príncipe y la entonces nueva princesa de Mónaco, recién casados, partieron de la iglesia para la recepción que tendría lugar en el Hotel de París. Los novios se transportaron en un Rolls-Royce, el cual les fue obsequiado por el pueblo de Mónaco.
La celebración contó con 700 invitados, entre quienes se encontraban miembros de la realeza reinante, así como celebridades y miembros de la industria del entretenimiento, como Aristóteles Onassis, Cary Grant, David Niven y su esposa Hjördis, Gloria Swanson, Ava Gardner, Aga Khan III, Gloria Guinness y muchos más.
También estuvieron presentes tres mil ciudadanos monegascos, quienes pudieron ser testigos de todos los lujos planeados para el evento, entre los que se destacó un pastel de bodas de seis niveles que reproducía el Palacio del Príncipe en azúcar, el cual a su vez fue cortado excéntricamente con la espada ceremonial de Rainiero.
Grace Kelly y Rainiero III, arrepentidos por su gran boda
De acuerdo con la revista People, tras las celebraciones, tanto el príncipe Rainiero III y Grace Kelly describieron a sus servicios nupciales como ‘abrumadores’, incluso, el príncipe comentó que las celebraciones fueron “el circo más grande de la historia” y que en pareja había comentado con su esposa que ambos acordaron que realmente deberían “haberse casado en una pequeña capilla en las montañas”.