Antes de convertirse en la Princesa de Gales y en una de las figuras más admiradas de la realeza británica, Kate Middleton tuvo una juventud marcada por su educación en prestigiosas instituciones. Uno de los capítulos más significativos de su vida fue su paso por el Marlborough College, un internado mixto ubicado en Wiltshire, Inglaterra, donde Kate cursó sus estudios desde 1996 hasta 2000.
Este colegio, conocido por su enfoque en la excelencia académica y en la formación integral de sus alumnos, fue fundamental en el desarrollo de la futura duquesa.
Antes de ingresar al Marlborough College, Kate Middleton asistió al Downe House, una escuela solo para chicas, pero la experiencia no fue del todo positiva. Según algunos informes, Kate tuvo dificultades para adaptarse y fue víctima de bullying, lo que motivó a sus padres a trasladarla a Marlborough en su segundo año de secundaria. La decisión fue un gran acierto, ya que Kate floreció en este entorno mixto y mucho más amigable.
En Marlborough, Kate fue descrita como una estudiante aplicada y amable. Se destacó no solo en lo académico, sino también en lo deportivo, siendo parte de los equipos de hockey y tenis. Además, su inclinación por las artes también era evidente, ya que disfrutaba de actividades como la fotografía, una pasión que ha mantenido a lo largo de su vida. Sus compañeros de clase la describían como una joven segura de sí misma, con un buen sentido del humor y siempre dispuesta a ayudar a los demás.
La vida académica y social de Kate Middleton
El Marlborough College es conocido por su riguroso plan de estudios, que incluye tanto asignaturas científicas como humanidades. Kate, desde joven, mostró un gran interés por la historia del arte, asignatura en la que más tarde se especializaría en la universidad. Aunque su prioridad era obtener buenos resultados académicos, también dedicaba tiempo a actividades extracurriculares que le permitieron desarrollar habilidades sociales y de liderazgo.
A nivel social, Kate Middleton era una figura querida entre sus compañeros. Si bien no se la consideraba parte del grupo más popular, siempre mantuvo un círculo cercano de amistades leales. A menudo participaba en eventos sociales y actividades extracurriculares que fomentaban un espíritu de comunidad entre los estudiantes. En este entorno, Kate aprendió a desenvolverse con confianza y a construir relaciones que le serían de gran ayuda en su vida posterior dentro de la realeza.
Una de las características que más resaltan del paso de Kate por Marlborough es su amor por los deportes. Era una atleta entusiasta, destacando en disciplinas como el hockey, el tenis y el atletismo. Esta pasión por el deporte no solo le proporcionó un equilibrio entre su vida académica y social, sino que también le inculcó valores como la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia, cualidades que se han reflejado en su vida pública como miembro de la familia real.
Incluso hoy en día, Kate Middleton continúa siendo una ferviente promotora de la actividad física, especialmente entre los jóvenes, reflejando la importancia que el deporte tuvo en su formación personal.
Después de graduarse de Marlborough en el año 2000 con excelentes calificaciones, Kate decidió tomarse un año sabático antes de ingresar a la universidad. Durante este tiempo, se embarcó en un viaje de mochilera por Chile y visitó otras partes del mundo, lo que le permitió ampliar su perspectiva cultural y personal.
Posteriormente, continuó su educación en la Universidad de St. Andrews en Escocia, donde estudió Historia del Arte y conoció al Príncipe William, un encuentro que cambiaría su vida para siempre.