Esta semana tuvo el lugar la celebración por el Día de la Commonwealth, un acto en el que la Familia Real Británica se dio cita. Sin embargo, algo que llamó bastante la atención durante esta ceremonia fue el gesto con el que Kate Middleton hizo una reverencia al rey Carlos III.
Ataviada con un elegante abrigo rojo de Catherine Walker y un sombrero pastillero de Gina Foster, la princesa de Gales hizo su entrada a este acto, que se llevó a cabo el pasado 10 de marzo en la Abadía de Westminster, acompañada de su esposo, el príncipe William.
Luego de ellos, ingresaron al reciento el rey Carlos y la reina Camila, por lo que al verlos entrar, Kate hizo una genuflexión en señal de reverencia al monarca británico. Un gesto que, aunque tradicional en eventos de esta índole, adquirió una resonancia especial dadas las circunstancias recientes.
Asimismo, este tipo de reverencia, que consiste en doblar solo una rodilla sin tocar el suelo, simboliza el respeto y suele hacerse ante personas de alto rango de la monarquía. Sin embargo, cada vez son menos las casas reales que ponen en práctica este tipo de gestos para mostrar sus respetos a un miembro de la realeza.
El príncipe William, por su parte, también mostró una cálida deferencia hacia su padre al recibirlo con un beso en la mejilla durante el servicio. Este gesto, menos formal pero igualmente significativo, evidenció la cercanía y el apoyo familiar en medio de las pruebas que han enfrentado.
¿Cómo es la relación entre Carlos III y Kate Middleton?
Por otro lado, la relación entre Carlos y la princesa de Gales se ha fortalecido en el último año, principalmente a raíz de sus respectivos diagnósticos de cáncer. Una difícil situación que ha unido a ambos ya que entienden bien lo dura que es esta enfermedad.
Incluso, cuando recién se hizo público el cáncer de Kate, trascendió que ambos tuvieron un almuerzo en el Castillo de Windsor, donde conversaron sobre sus respectivas experiencias con esta enfermedad, demostrando un apoyo mutuo que trasciende sus roles oficiales.
De ahí que la reverencia de Kate en la Abadía de Westminster no solo refleja el protocolo, sino también una profunda muestra de respeto y solidaridad hacia el rey. Este acto ha sido ampliamente comentado y elogiado por la prensa y el público, quienes lo ven como una manifestación de la fortaleza y unidad de la familia real en momentos de dificultad.