Ha llegado el verano, una de las épocas más preciadas por algunas familias, ya que este periodo del año suele ser sinónimo de reencuentro, un planteamiento que fue comprobado recientemente por los miembros de la Casa Real holandesa, quienes después de haber permanecido un tiempo separados por sus respectivas actividades académicas e institucionales, han vuelto a reunirse en el Palacio de Huis ten Bosch.
Dicha reunión vacacional anual de carácter royal ha quedado registrada a través de una serie de retratos oficiales publicados por la misma Casa Orange-Nassau el pasado 7 de junio, los cuales sorprendieron a todo el mundo por el gran cambio físico que han tenido las tres hijas de los reyes: Amalia, Alexia y Ariane.
¿Por qué Máxima Zorreguieta estaba separada de sus hijas?
La razón por la cual la reina de Holanda no había tenido la oportunidad de ver reunidas a sus tres hijas tiene que con que la mayor de ellas y heredera al trono neerlandés, Catalina Amalia, tuvo que mudarse de país después de haber recibido en 2022 amenazas de la mafia marroquí.
De acuerdo con los reportes de la prensa, en los últimos años la primera en la línea de sucesión al trono de Holanda habría residido en Madrid, donde supuestamente ya ha encontrado el amor. Mientras que, al mismo tiempo, su hermana menor, Alexia también había optado por permanecer lejos de casa, debido a que después de su graduación del UWC Collage de Gales prefirió tomar un año sabático antes de decidir qué camino universitario seguir.
Además, a la lista de separaciones de los miembros de la Familia Real de Holanda se estaría sumando en los próximos días la de la benjamina, Ariane, quien a sus 17 años de edad ha decidido instalarse en la localidad italiana de Duino, al noreste de Italia para integrarse en la comunidad, el UWC Adriatic.
¿Cómo fue el reencuentro de los reyes de Holanda con sus tres hijas?
Según puede observarse en las fotografías del reencuentro, Máxima y Guillermo Alejandro lograron pasar un cálido tiempo en familia en las inmediaciones de los jardines de su residencia en La Haya.
Fue ahí donde las princesas pudieron también reencontrarse con Mambo, el perrito de la familia, y posar luciendo sus glamurosos atuendos, conformados en su mayoría por tonos crudos, a excepción de Alexia, quien demostrando su intrépida personalidad, osó a lucir un vestido a rayas con tonos anaranjados predominantes.
Por su parte, los reyes se mostraron más que felices de poder volver a ver a toda su familia reunida, después de varios meses de ausencias y de haber llevado una agenda real realmente apretada.
