La reapertura de la icónica catedral de Notre-Dame de París reunió a diversas figuras internacionales como el príncipe William y Donald Trump, el presidente electo de los Estados Unidos, quienesprotagonizaron un intercambio que generó curiosidad y titulares en los medios de todo el mundo.
Durante la ceremonia, que se llevó a cabo el pasado sábado 7 de diciembre, el magnate estadounidense y el royal de 42 años cruzaron caminos por un momento breve pero significativo que ha dado la vuelta a toda la prensa internacional. El príncipe de Gales saludó a Trump y ambos se estrecharon la mano. Además que intercambiaron algunas palabras y, al mismo tiempo, el republicano le dio una palmada a William en el hombro.
Los detalles del encuentro entre Donald Trump y el príncipe William
Más tarde, Trump y William se reunieron en la residencia del embajador británico en París, y conversaron por cerca de media hora. Después, el estadounidense dio más detalles al New York Post sobre la plática que sostuvo con el heredero al trono de Inglaterra.
“Es un chico atractivo. Se veía muy, muy guapo (el sábado). ¿Hay gente que se ve mejor en persona? Él se veía genial. Se veía muy bien y se lo dije”, recalcó el candidato electo, quien también describió al príncipe como “un buen hombre que está haciendo un trabajo fantástico” tras el encuentro.
También, el empresario estadounidense mencionó que le preguntó al príncipe sobre la salud de Kate Middleton y de Carlos III debido a los diagnósticos de cáncer de ambos. “Le pregunté por su esposa y me dijo que estaba bien. Y le pregunté por su padre y su padre está luchando muy duro, y ama a su padre y ama a su esposa, así que fue triste”, subrayó.
Por otro lado, con este encuentro se refleja la habilidad de William para navegar en escenarios diplomáticos complejos. En su papel de embajador de la monarquía, el príncipe sigue demostrando su enfoque profesional y apolítico, incluso en interacciones con figuras polarizantes como Trump. Asimismo, este tipo de compromisos subraya la neutralidad que caracteriza a la Familia Real Británica, particularmente en eventos internacionales.
Sin embago, quien no acompañó a William a la reapertura de esta emblemática catedral francesa fue precisamente su esposa ya que ella todavía se encuentra en proceso de recuperación tras haber concluido en septiembre su tratamiento oncológico.