Fue hace tres veranos cuando el jefe de la depuesta Casa Real de Hannover y la artista plástica Claudia Stilianopulos se conocieron nadando en las aguas de Ibiza y desde entonces no se separan. De acuerdo con las afirmaciones del diario español El Mundo, es de lo más común encontrarse con ambos en tierras madrileñas, entre museos, terrazas y bares, donde duelen disfrutar de “copas de Pimm ‘s con un pitillo en la mano”.
Sin embargo, mientras muchos medios aseguran que el amor tardío del todavía marido de la princesa Carolina de Mónaco ha traído una gran dicha a su polémica vida, otros, como la revista Mujer Hoy, aseveran que dentro de la madura relación está latente una turbulenta crisis, la cual se ha hecho notar en público en varias ocasiones.
Por ejemplo, en su relato de la relación, el medio citado asegura que la pareja ha tenido diversas peleas en público, una de las más destacadas, aquella protagonizada por ambos a los pocos meses de comenzar su relación, la cual fue evidenciada por medio de una serie de fotografías publicadas en la revista Semana. En tales retratos el público pudo observar cómo ambos mantenían una tensa discusión, a voces, la que, según testigos presenciales, se terminó cuando Claudia decidió abandonar la escena en un taxi, dejando a su novio en la calle y “con la palabra en la boca”.
En la línea temporal de la relación, Mujer Hoy también cita la bronca que el soberano y la escultora protagonizaron en el aeropuerto de Ibiza en 2023 y los enfrentamientos que ambos han tenido con la prensa a principios de este año en Madrid, lo cual deja ver que más que “miel sobre hojuelas”, la pareja experimenta constantemente un complejo vaivén de emociones.
Los aspectos generales de la relación de Ernesto de Hannover con Claudia Stilianopulos
Stilianopulos, española de nacimiento, es la menor de los tres hijos de la socialité Pitita Ridruejo y de José Manuel Mike Stilianopoulos, el financiero filipino de origen griego nombrado embajador en el Reino Unido y España por Ferdinand Marcos.
De acuerdo con el diario La Vanguardia, ella es divorciada de su único marido, Juan Garaizábal, con quien estuvo casada diecisiete años y con quien tiene dos hijas en común, quienes ahora suelen convivir constantemente con Ernesto y Cristián de Hannover, hijo del jefe real y esposo de Sassa de Osma, quienes también residen en España.
Actualmente se sabe que Claudia se dedica a su arte en la capital española, mientras que plácidamente es visitada por su polémico marido, con quien vive en un discreto piso de donde ambos suelen transportarse en patines de alquiler.
Definitivamente, nadie puede refutar el planteamiento que viene desde la prensa española en al que se plantea que este es un “romance en el que pocos confiaban, pero que parece más que consolidado”.