Fue inicios de este año que Carlota Casiraghi decidió poner fin a su matrimonio con el famoso productor de cine Dimitri Rassam. Una noticia que en su momento sorprendió a propios y extraños. Mientras que, ahora, la aristócrata monegasca está viviendo una etapa de cambios significativos junto a su nueva pareja, el escritor francés Nicolas Mathieu.
Recordemos que fue la prensa francesa la que destapó en enero de este año la separación de la hija de Carolina de Mónaco con el productor de cine francés. Luego, unos meses después, en marzo, salio a la luz que ella había comenzado una nueva relación con Nicolas, mientras que en abril fue la última vez que se le vio juntos, lo que desató rumores de que ello habría sido algo fugaz. Sin embargo, parece ser este romance, al día de hoy, se mantiene vigente, o al menos es lo que dan a entender las imágenes que recién captaron algunos medios de la pareja.
Carlota Casiraghi y Nicolas Mathieu vivirían juntos
Tras meses de especulaciones, Carlota y Nicolas han reafirmado su relación al ser fotografiados juntos recientemente por las calles de París. Lo cual parece indicar que la también periodista de 36 años ha encontrado estabilidad junto al escritor francés, con quien comparte intereses intelectuales y artísticos.
Incluso, la revista francesa Public, la pareja habría dado un importante paso al mudarse juntos a un apartamento en la capital parisina, dejando atrás la casa que Carlota compartió con Dimitri Rassam, de quien se separó a inicios de 2024.
En tanto que las recientes imágenes dan cuenta de que Casiraghi se encuentra feliz y alegre en esta nueva etapa de su vida en París. Mientras que, en las fotos, la royal monegasca luce con look muy casual y desenfadado para su paseo con Nicolas, ya que combinó jeans, botas militares y una blazer marrón que refleja su equilibrio entre elegancia y comodidad.
Por otro lado, desde que su relación se hizo pública en marzo, ambos han mantenido un perfil bajo, alimentando rumores sobre su continuidad. Sin embargo, estas recientes imágenes y los informes de su vida en común confirman que la pareja está avanzando con paso firme. También, este cambio simboliza una nueva etapa para Carlota, marcada por la búsqueda de un equilibrio entre su vida personal y su rol dentro de la Familia Real monegasca.
Mientras que la elección de París como su hogar no sorprende, ya que la ciudad es un reflejo de la personalidad de ambos: sofisticada, cultural y vibrante. Mientras Carlota sigue representando a la familia Grimaldi en eventos de alto perfil, su relación con Nicolas añade una dimensión más humana y cercana a su imagen pública.