Mientras Harry y Meghan viven el embate mediático por la difícil situación que atraviesa la Familia Real Británica, sus hijos Archie y Lilibet todavía gozan de las bondades que brinda la niñez, aunque en su caso, es probable que tengan muchos más privilegios que los de un niño cualquiera debido a su posición.
De hecho, los pequeños príncipes gozan de un lujoso estilo de vida, así como de una educación integral, aunque como todos los infantes de su edad, es obvio que desean jugar y divertirse, y es por ello que cuentan con una exclusiva casa de juegos, de la cual te contaremos más detalles.
La casa de juegos de Archie y Lilibet
Aunque ya sabíamos que los duques vivían en California, fue hasta en 2022 que gracias a Netflix pudimos conocer la gran mansión en la que residen la pareja real y sus hijos. Esta propiedad de más de 7 acres se encuentra en Montecito, en el condado de Santa Bárbara.
En cuanto a su arquitectura y distribución, la casa es de estilo provenzal francés, cuenta con 9 habitaciones y 16 cuartos de baños. Además de grandes ventanales, decorado en tonos claros y con la madera como protagonista, según relata Vanity Fair.
Sin embargo, una de las cosas que más llamó la atención de esta finca es que cuenta con una casa de juegos en los amplios jardines. Mientras que los royals han decidio convertir este espacio en una mini cabaña para los príncipes Archie y Lilibet.
De hecho, en una postal que compartieron las redes sociales de la organización benéfica Mayhew, se veía a los Sussex con su hijo Archie posando frente a la cabaña. Esta imagen era una pintura que mostraba a la familia sonriente, así como las ventanas y la puerta de color azul.
También cuando su primogénito cumplió dos años, el matrimonio compartió, en la web site de la organización Archewell, una fotografía del pequeño caminando por el jardín y sosteniendo unos globos, mientras que a lo lejos se alcanza a ver la casa de juegos blanca con techo de paja negro y puertas divididas en forma de establo.
Con esto nos queda claro que el príncipe Harry y Meghan Markle no escatimarán en recursos para que sus hijos puedan vivir una infancia feliz y plena, pues para ellos lo más importante es su bienestar, ya que desean que crezcan en un ambiente tranquilo y sin ser hostigados por la prensa.