Antes de entrar a la Familia Real Británica, Kate Middleton llevaba una vida muy distinta a la que tiene hoy. Criada en una familia de clase media acomodada, su juventud estuvo marcada por el estudio, la pasión por el deporte y un inesperado paso por las pasarelas. Pero, además, tenía un gran sueño que, aunque parecía alejado de la realeza, acabaría llevándola al destino que hoy conocemos.
Nacida el 9 de enero de 1982 en Reading, Reino Unido, Kate creció en una familia que construyó su fortuna a través de la empresa Party Pieces, dedicada a la venta de artículos para fiestas. A diferencia de otras mujeres que han entrado a la realeza, su infancia fue completamente alejada de los palacios y los protocolos.
Aun así, sus padres, Michael y Carole Middleton, le brindaron una educación de alto nivel en prestigiosas escuelas privadas como St. Andrew’s y Marlborough College, donde destacó por su disciplina académica y su amor por el deporte, especialmente el hockey y el tenis.
¿Cuándo se convirtió en modelo Kate Middleton?
Ya en la universidad, Kate Middleton se convirtió en protagonista de un momento que marcaría su destino. En 2002, mientras cursaba su carrera en Historia del Arte en la Universidad de St. Andrews, participó en un desfile benéfico usando un atrevido vestido transparente que dejaba entrever su figura.
Entre el público se encontraba un joven príncipe William, quien, según testigos, quedó completamente impactado al verla en la pasarela. Este episodio ha sido recordado como el momento en que el heredero al trono británico comenzó a mirarla con otros ojos, dando inicio a una relación que cambiaría su vida.
¿Cuál era el sueño de Kate Middleton?
Aunque Middleton terminó convirtiéndose en princesa, pocos saben que ella realmente tenía aspiraciones personales alejadas de la realeza. A pesar de su creciente relación con el príncipe William, el gran sueño de Kate era dedicarse al arte y a la fotografía.
Tras graduarse, logró un puesto en la empresa Jigsaw como asistente en el departamento de compras, aunque también mostró interés en seguir explorando el mundo de la fotografía. Después de este empleo, trabajó como fotógrafa, diseñadora de sitios web y directora de marketing de la empresa de sus padres, Party Pieces. Sin embargo, su vida ya estaba cada vez más ligada al mundo del futuro monarca, lo que poco a poco fue limitando sus oportunidades profesionales.
Con el paso del tiempo, Kate ha demostrado que, aunque su destino cambió drásticamente, sigue siendo aquella mujer disciplinada y con un fuerte sentido del deber que la caracterizó desde su juventud. Y aunque su gran sueño profesional quedó en el camino, hoy cumple otro: formar parte de la historia de la monarquía británica.