Durante meses, se especuló sobre la posibilidad de que el príncipe Harry pudiera enfrentar problemas migratorios tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales del año pasado.
Sin embargo, la prensa británica sugirió recientemente que sería la buena relación del presidente de Estados Unidos con el rey Carlos III la que habría evitado que el magnate tomara una drástica decisión.
La gran relación de Donald Trump con la monarquía británica
Según el periódico británico The Sun, Trump no quiere incomodar a la Corona británica ni alterar su relación “cordial” con el rey de Inglaterra. “Tenerlo de vuelta en el Reino Unido es en realidad más difícil que tenerlo retenido en Estados Unidos”, reveló una fuente cercana al mandatario.
El magnate ha demostrado cierto aprecio por la monarquía británica y mantiene una relación fluida con el monarca. Además, en una entrevista reciente, Trump también elogió al príncipe William, asegurando que lo considera “un gran joven”.
Aunque las conexiones entre Trump y Carlos III no son nuevas. Durante su primer mandato, el republicano visitó el Reino Unido en varias ocasiones. Mientras que en los últimos años, la comunicación entre ambos ha continuado. De hecho, el año pasado el rey británico envió un mensaje al ahora presidente tras el intento de asesinato que sufrió en Pensilvania.
Donald Trump no expulsaría al príncipe Harry de Estados Unidos
Hace un año, Donald Trump se mostró tajante respecto a la situación migratoria de Harry. Incluso, sugirió en una entrevista que el pelirrojo royal pudo haber mentido en su cuestionario de obtención de visa respecto a su consumo de sustancias.
No obstante, hace unos días el estadounuidense dejó en claro que no tiene intenciones de deportarlo. “No quiero hacer eso. Le dejaré en paz. Ya tiene suficientes problemas con su mujer. Ella es terrible”, declaró a The New York Post.
En tanto que con esta declaración es evidente que los ataques de Trump continúan centrándose en Meghan Markle, a quien nunca ha visto con buenos ojos. Sin embargo, su postura hacia Harry se ha suavizado, y muchos analistas políticos coinciden en que la razón tiene un nombre propio: el rey Carlos III.
Por otro lado, el cambio de postura de Trump respecto a la deportación de Harry resulta bastante peculiar. Mientras que hace un año lo acusaba de “traicionar” a la reina Isabel II y lo consideraba “imperdonable”, ahora ha optado por dejarlo en paz.
Sin embargo, aunque el caso de la visa de Harry sigue siendo un tema debatido en algunos sectores políticos, por ahora su permanencia en Estados Unidos no parece estar en peligro. Mientras tanto, solo el tiempo dirá si el duque se queda en este país o si tendría que mudarse a otro lugar.