Si bien la decición de Margarita II de Dinamarca de abdicar al tronó tomó por sorpresa a muchos, no es la primera que lo hace. En la historia de la realeza reciente, muchos monarcas han decidido ceder el trono. Enlistamos las abdicaciones de soberanos de todo el mundo más comentadas en fechas recientes y los motivos detrás de cada una.
El emperador Akihito, Japón
Akihito llegó al Trono del Crisantemo en 1989, tras suceder a su padre Hirohito. Después de 30 años, Akihito –el emperador número 125 de Japón– sufrió problemas de salud y cedió su lugar a su hijo Naruhito el 30 de abril de 2019, en la que fue la primera abdicación imperial en 202 años. La última abdicación registrada en Japón ocurrió en 1817.
Como la abdicación de Akihito (o cualquier emperador) no estaba considerada en la Constitución de 1947, se aplicó una ley excepcional. Actualmente, Akihito tiene 90 años y ostenta el título de emperador honorario Joko Heika.
Su hijo, Naruhito, es el actual emperador, sin embargo, no él podrá heredar su título a su hija, Aiko de Toshi. Éste pasará a su hermano, Fumihito de Akishino y, después, a su primogénito: Hisahito de Akishino.
El rey Juan Carlos, España
Considerada como la oveja negra de la Familia Real Española, el actualmente considerado rey emérito, dejó su cargo no de aplaudida forma que él deseaba. Juan Carlos I tuvo que abdicar en medio del escándalo por sus viajes de caza a África y un asunto de malversación de fondos. Tenía 76 años cuando abdicó en favor de su hijo: Felipe VI.
La popularidad de Juan Carlos I ha sido una montaña rusa, pues en un principio, el rey se ganó el cariño de su pueblo al ayudar a consolidar una estructura democrática y bloquear el golpe de Estado de 1981. Juan Carlos fue proclamado rey tras la muerte del dictador Franco en noviembre de 1975.
Tras que el lado oscuro, negocios turbios y la demanda de su amante salieran a la luz, Juan Carlos optó por autoexiliarse en Abu Dabi, donde vive en una lujosa mansión y desde donde planea realizarse una fiesta-homenaje por su cumpleaños 86.
Beatriz de los Países Bajos
Beatriz, reina de los Países Bajos desde 1980, renunció al trono a los 75 años el 30 de abril de 2013 y lo cedió a su hijo Guillermo Alejandro. Antes, su madre Juliana también abdicó al cumplir 71 años, al igual que su abuela Guillermina en 1948, tras 58 años en el trono.
A diferencia de otras monarquías, en las tres monarquías constitucionales europeas del llamado “Benelux” (compuesto por los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo) son frecuentes las abdicaciones.
Por ejemplo, en Bélgica, Alberto II abdicó a los 79 años el 21 de julio de 2013, Día Nacional. Al suceder a su hermano Balduino 20 años antes, dio paso a su hijo mayor, Felipe. El padre de Alberto II y Balduino, Leopoldo III, también abdicó en 1951 tras una larga crisis vinculada a su controvertido comportamiento durante la Segunda Guerra Mundial.
Mientras que en Luxemburgo, el Gran Duque Juan, que falleció en 2019, abdicó en 2000 en favor de su hijo Enrique. Soberano desde 1964, sucedió a su madre Charlotte, que también abdicó.
Eduardo VIII (Reino Unido)
Quizá un de las historias de la realeza más comentada, fue la de Eduardo VIII. Él decidió abdicar en diciembre de 1936 para poder casarse con Wallis Simpson, una divorciada estadounidense, lo cual evitó una grave crisis constitucional. Le sucedió al trono su hermano menor Alberto, padre de Isabel II, que fue coronado como Jorge VI en mayo de 1937.
Tras su abdicación, se convirtió en Duque de Windsor y vivió en Francia, donde murió en 1972, a los 77 años.
