Es la amiga y asistente personal de la soberana de Inglaterra y, a pesar de su origen humilde, tiene una gran influencia en el palacio
Cuando me contaron sobre la influencia y el poder que tiene Angela Kelly sobre la reina Isabel II de Inglaterra me eché a reír. No podía creer que la mejor amiga de la siempre seria soberana fuera esta mujer de 62 años, de origen humilde, sin el menor rastro de aristocracia en su familia, y que desde hace 21 años está a cargo de su ropa, joyas y condecoraciones. Angela tiene el rimbombante título of icial de “Curadora del vestuario, joyas e insignias de la reina”.
Angela Kelly, casada y divorciada tres veces, que ha sido condecorada por sus servicios a la corona inglesa en el palacio de Buckingham, es la persona que le resuelve todos los problemas a la reina, y esta, en sus años de vejez, adora que le hagan la vida más fácil.
Cuando una de las empleadas reales olvidó colocar en la cama de la reina Isabel la botella de agua caliente que le gusta tener a sus pies, entre sus sábanas de seda, y es uno de sus grandes placeres, la culpable fue despedida al instante, y Melani Dimple, de Sri Lanka, quien llevaba cinco años trabajando con la reina, quedó destrozada. O si unos zapatos no están lustrados “como debe ser”, cuidado con la mirada de águila de Angela, pues el regaño puede ser muy fuerte. Y aunque esas reprimendas casi llegan a provocar motines entre el servicio, Angela es tan temida, que nadie se atreve a decir nada, y sigue siendo “el terror del palacio”.
FOTOGLERÍA: ANGELA KELLY, LA ENCARGADA DEL ESTILO DE LA REINA ISABEL
Pero a la reina Isabel II le encanta conversar con Angela, quien es hija de un trabajador de los muelles de Liverpool y fue criada en un humilde apartamento subvencionado por el gobierno. La soberana la trata como a una amiga y Angela la tiene al tanto de cómo es la vida para el pueblo. Esa amistad le proporciona a Angela el poder decir quién puede trabajar cerca de la reina Isabel y decidi r cosas como su asistente personal. No solo elige la ropa que la monarca va a llevar, sino que le ha diseñado un look de conjuntos más modernos y con colores más vivos, que a Isabel II le encanta. Esas creaciones después son confeccionadas por las modistas de palacio y supervisadas por Angela, aunque su relación con ellas es horrible. Muchos de los vestidos que llevó en su Jubileo y el de color rosado que utilizó en el sketch de los Juegos Olímpicos con el actor Daniel Craig fueron diseñados por Angela.
En cuanto a los zapatos de la reina (los que mandan a arreglar, cambiar la suela, los tacones, etc. como cualquier otra persona) no han variado desde hace 50 años y siempre le hacen a mano el mismo estilo en la sencilla compañía Anello & Davide. En una ocasión, la reina le comentó a una modista que le probaba ropa, que ella y Angela tenían el mismo gusto, “como si fuéramos hermanas”.
Cuando Melani, la sirvienta de Sri Lanka, fue despedida de forma cruel, se formó un gran problema, y de esa manera el público se enteró de quién era Angela Kelly y su poder en la corte. Beverly, otra empleada de vestuario que llevaba 20 años trabajando y era muy apegada a la reina e iba en viajes oficiales, fue cambiada de departamento por Angela, quien cuando no tiene nada que hacer, es vista en el salón de la ropa de la casa planchando sábanas y organizando lo que va a la tintorería, etc. ¡Una hormiguita que no para de trabajar y de fijarse en qué hacen los demás!
En la única entrevista que ha dado Angela cuando fue condecorada, dijo que ella y la reina hablan absolutamente “de todo y de nada? Somos como dos mujeres normales; hablamos de moda, de maquillaje y de joyas... cosas que a las dos nos gustan”.
Con un fuerte acento escocés, Angela ha dicho: “La reina y yo nos divetimos mucho, pues tiene un sentido del humor muy ingenioso y sabe imitar bien los acentos de la gente ¡incluyendo el mío!”. Dicen que Isabel II se entera por Angela de todos los chismes del país, incluyendo los que afectan a la familia real. Y cuando Isabel II viaja al castillo de Windsor, y Angela se hospeda en una casa de servicio en el jardín, la reina camina hasta allí para tomar el té con su amiga-asistente.
Ahora que Isabel II tiene una agenda más ligera, su amistad con Angela -quien para la monarca no hace nada mal- se ha fortalecido. La princesa Margarita, hermana de Isabel II, era quien le contaba todo lo que pasaba y la mantenía entretenida. Cuando Margarita murió, la reina se quedó muy sola. Y Angela ocupó su lugar.
Antes de trabajar para la reina Isabel II, Angela fue ama de llaves del embajador de Inglaterra en Alemania y también fue chofer del ejército en el Women’s Royal Army Corps. En 1993 comenzó en el palacio y en 2001 se convirtió en asistente personal de la reina y Senior Dresser -con permiso de Isabel II escribió Dressing The Queen: The Jubilee Wardrobe, un libro sobre la ropa de la soberana-. Su labor como diseñadora también ha incluido confeccionar el nuevo traje de bautismo que llevó el príncipe George el año pasado. Para su viaje a Australia y Nueva Zelanda, la reina le pidió que decidiera qué joyas reales debía llevar la duquesa Kate de Cambridge.
Según Angela, “llevo 21 años trabajando para la reina y le pido a Dios que podamos envejecer juntas”.
FOTOGLERÍA: ANGELA KELLY, LA ENCARGADA DEL ESTILO DE LA REINA ISABEL
