Por qué Enrique VIII sentía asco de su cuarta esposa y cómo lo engañaron para casarse con ella

ana-de-cleves-y-enrique-viii_1.jpg

Ana de Cleves fue una noble de origen alemán que llegó a ser la reina consorte de Enrique VIII, aunque no por mucho tiempo, el matrimonio fue anulado por el monarca inglés al no ser consumado por encontrarla poco agraciada pero, ¿cómo fue que Ana de Cleves llegó a ser la cuarta esposa de Enrique VIII?

Te interesa: Las escalofriantes cartas de amor que escribía Enrique VIII a sus esposas antes de deshacerse de ellas

Ana de Cleves, la cuarta esposa de Enrique VIII

Cuando Jane Seymour, la tercera esposa del monarca, murió por complicaciones de parto, Enrique se vio en la necesidad de volver a casarse para asegurar la sucesión.

Fue su primer ministro, el célebre Thomas Cromwell (1485-1540), quien lo convenció de hacerlo, esta vez con la hermana del duque de Cléveris (región que hoy comprende parte de Holanda y Alemania), pretextando una ventajosa alianza política.

El rey aceptó, pero como no la conocía de modo personal, puso la condición de que lo haría sólo si ella le parecía lo suficientemente hermosa y agradable.

Fue así que Cromwell envió de inmediato a Holbein a retratar a la dama, y al regreso de éste le mostró la obra a Enrique, quien quedó satisfecho e hizo la propuesta de casamiento.

Sin embargo, al verse ambos en persona no hubo atracción mutua; Enrique se molestó pues, además de las diferencias de carácter, aseguraba que ella no era tan guapa como se la habían descrito en la pintura.

Aunque el matrimonio se realizó en enero de 1540, nunca se consumó, y a los pocos meses fue anulado;

Ana recibió el título de ‘La hermana del Rey’ y recibió una generosa pensión vitalicia.

Tras anular su matrimonio, Ana dejó escrito un mensaje en una página del libro de oraciones de Enrique; en él se comprueba que ambos quedaron en buenos términos tras el suceso.

Te interesa: TEST: ¿Puedes identificar a cada una de las esposas de Enrique VIII?

¿Cómo fue engañado Enrique VIII para casarse con Ana de Cleves?

Como ya mencionamos, tras la muerte de la tercera esposa de Enrique VIII, recibió el encargo de retratar a la que podría ser su nueva mujer, la princesa alemana Ana de Cleves, una joven bastante fea.

Sin embargo, Holbein disimuló las marcas de viruela que afectaban su rostro y la idealizó tanto que el rey se entusiasmó y accedió a casarse con ella.

Cuando la vio al natural, la comparó con un caballo flamenco, porque además de poco agraciada era inculta y no hablaba inglés.

Retrato de Ana de Cleves para Enrique VIII
El cuadro (65 x 48 cm) se exhibe actualmente en el Museo del Louvre, en París. Foto: Getty Images

Te interesa: Encuentran las instrucciones que dejó Enrique VIII para decapitar a Ana Bolena

Holbein también realizó una copia en dibujo del cuadro original, en la cual se pueden apreciar algunas diferencias en el rostro de Ana que le dan un aspecto muy distinto al que Enrique VIII tenía en mente antes de conocerla en persona.

Relacionado