Esta semana tuvo lugar una ceremonia en la que el Gran Duque Enrique ha nombrado a su hijo, el príncipe Guillermo de Luxemburgo, como lugarteniente representante de su país. Un acto en el que han estado puestas todas las miradas ya que, además, pronunció un contundente discurso.
Por su parte, este traspaso de poderes comenzó en punto de las 3 de la tarde del pasado 8 de octubre en el castillo de Berg de Luxemburgo, en donde el jefe del Gran Ducado y el primer ministro, Luc Frieden, firmaron el decreto en el que se le otorga el nuevo nombramiento a Guillermo.
El primer discurso de Guillermo de Luxemburgo como lugarteniente de su país
Luego de ello, el príncipe heredero hizo el juramento como lugarteniente durante una ceremonia que se realizó en la Cámara de Diputados, en donde aprovechó para dar su primer discurso con este nuevo rango que lo faculta para asumir poderes que, hasta ahora, solo desempeña el jefe del Estado que en este caso es su padre, el Gran Duque Enrique de Luxemburgo.
“Juro observar la Constitución y las leyes y cumplir fielmente mis responsabilidades constitucionales”, comenzó diciendo. Luego, prosiguió su mensaje en el que recalcó la importancia de este momento tan a nivel personal como en lo familiar.
“Soy consciente de que hoy también marca una nueva etapa en mi vida personal, para mi esposa y nuestros hijos. Lo abordamos juntos y con confianza. Estoy encantado de estar ahora junto al Gran Duque, como teniente representante, al servicio del país y de sus habitantes y de trabajar en beneficio de Luxemburgo”, señaló.
Después de este solemne momento se llevó a cabo una recepción dentro del Palacio del Gran Duque, durante la cual el príncipe recibió calurosas felicitaciones por parte de todos los invitados.
¿En qué consiste el nuevo título de Guillermo de Luxemburgo?
En Luxemburgo el nombramiento de un nuevo Gran Duque no es en automático como en otras monarquías, sino que se trata de un proceso más largo y transitorio conocido como lugartenencia y su objetivo es que el heredero al trono se familiarice con sus nuevas funciones como jefe de Estado.
Por lo que con este nuevo título de lugarteniente representante, el príncipe Guillermo tendrá prácticamente las mismas facultades que tiene el Gran Duque para avalar y tomar decisiones, así como firmar leyes, además que todo ello tendrá el mismo valor jurídico que si lo hiciera su padre.
Mientras que este proceso no es nada nuevo en aquella nación ya que los antecesores de Guillermo y Enrique también recurrieron a la lugartenencia antes de su ascenso al trono. Por lo cual varios consideran a este proceso como una especie de abdicación en diferido.