Aunque pareciera que los Windsor son una familia anticuada, la cual conserva las mismas reglas protocolarias instauradas desde hace cientos de años, la realidad es que esto no es así, ya que con el tiempo han ido cambiando algunas permisiones para sus miembros, el más claro ejemplo de esto es que ahora los royals pueden casarse con quien deseen, a pesar de que su amado o amada no provenga de un linaje real.
Tal fue el caso de tres de los representantes contemporáneos de la monarquía: el rey Carlos III, el príncipe William y el príncipe Harry, quienes se enamoraron respectivamente de modernas mujeres, quienes, sin duda, han cambiado por completo la perspectiva actual de la institución.
¿Los nombres de dichas mujeres? Diana Spencer, Kate Middleton y Meghan Markle, tres civiles que pasaron de tener vidas relativamente normales a ser la envidia de todas aquellas que sueñan con vivir una historia de “Cenicienta moderna”.
¿A qué se dedicaban Lady Di, Kate Middleton y Meghan Markle antes de convertirse en princesas?
Lady Di
Diana Frances Spencer, nacida el 1 de julio de 1961 en Park House, Sandringham, Norfolk, fue hija del VIII conde de Spencer, por lo que nació ostentando el título de vizcondesa Althorp. Tal estatus no distaba de la realeza, sin embargo, nunca imaginó que en su adultez estaría a unos cuantos pasos de convertirse en reina de Inglaterra.
De acuerdo con biógrafos de la princesa, antes de formar parte del círculo de los Windsor, tras su noviazgo con el entonces príncipe Carlos, Lady Di fue instruida académicamente en el Institut Alpin Videmanette, para después volver a Londres y dedicarse a toda una serie de trabajos mal pagados, sirviendo a la sociedad como: instructora de baile para jóvenes, asistente en un jardín de niños preescolar, niñera para una importante familia estadounidense y asistente de maestra de guardería en la Young England School en Pimlico.
Todos esos empleos hicieron que la también llamada “Princesa del pueblo” desarrolla diversas habilidades para el trato con niños, que más tarde demostraría en sus actos públicos como princesa y activista.
Kate Middleton
Como bien es sabido, Kate Middleton fue una estudiante brillante, lo que tarde o temprano la llevó a conquistar al príncipe William en la Universidad de Saint Andrews, donde estudió la carrera de historia del arte.
Aunque nunca tuvo la oportunidad de desempeñar su profesión, debido a su temprano compromiso con el heredero, Catherine llegó a trabajar como compradora de accesorios con la cadena de ropa Jigsaw, donde laboró a tiempo parcial hasta noviembre de 2007. También trabajó hasta enero de 2011 en la empresa familiar en diseño y producción de catálogos, marketing y fotografías.
Meghan Markle
El caso tal vez más polémico de mujeres que lograron colarse entre los miembros de la monarquía inglesa es Meghan Markle, quien antes de convertirse en esposa del hijo menor de Carlos III formaba parte de un popular círculo de actores de Hollywood, por su destacado papel en la serie “Suits”.
Además de su faceta profesional más conocida, cabe mencionar que Markle asistió a la Escuela de Comunicación de la Universidad de Northwestern en Illinois, donde se graduó en dos carreras: Teatro y Estudios Internacionales.
Sin duda, cada una de estas importantes mujeres vino a demostrarle al mundo que las historias de ficción pueden convertirse en realidad y que casarse con un príncipe no es imposible. A ello se debe también su gran popularidad y su gran aporte al cambio de percepción de la monarquía.