El pasado 11 de septiembre, el rey Carlos III se reunió en el Palacio de Buckingham con el equipo neozelandés Black Ferns de rugby femenino, cuyos miembros se encuentran próximos a enfrentarse contra las Red Roses de Inglaterra en un evento que tendrá lugar el próximo 14 de septiembre en el Allianz Stadium en Londres.
Según la revista People, el monarca aprovechó la reunión para comentar con las jugadoras su tristeza porque ni él ni su esposa, la reina Camilla, podrán viajar a Nueva Zelanda para presenciar el resto de sus juegos. Esto debido a las restricciones que los médicos han impuesto al soberano por su diagnóstico de cáncer aún no superado.
Sin embargo, dichas declaraciones no fueron la variable que dio la nota acerca del encuentro del rey y el equipo deportivo, sino que, más bien, lo que más llamó la atención del hecho fue el cálido recibimiento que las deportistas dieron a Carlos, quien no tuvo de otra que irse a los abrazos, rompiendo así el protocolo real, el cual estipula que los representantes de la monarquía no pueden ser tocados por plebeyos.
Thank you, @blackferns, for dropping into Buckingham Palace during your end of year tour!
— The Royal Family (@RoyalFamily) September 12, 2024
Last night, The King welcomed the Black Ferns rugby team ahead of their match against the Red Roses at Twickenham this weekend and received an unexpected group hug in return! 🌹 v 🖤 pic.twitter.com/07V6Br8dYB
¿Cómo fue el cálido abrazo de Carlos III con las jugadoras del equipo de rugby neozelandés?
People señala en su reporte que a su llegada a la sala donde se reunían las deportistas, el rey Carlos fue sorprendido con un fuerte abrazo grupal. “Sí, todas queríamos un abrazo, pero sólo si a usted le parece bien”, dijo la extremo Ayesha Leti-I’iga, entre las risas emocionadas de sus compañeras.
El medio citado menciona que ante el gesto de efusividad, el rey se dispuso a sonreír y a darle la bienvenida a la selección. "¿Un abrazo? ¿Por qué no?”, dijo el monarca, mientras varias de las jugadoras cedieron a su moción y se le abalanzaron.
Al disolverse el abrazo, el rey bromeó con ellas diciendo que era “como ser aplastado por un scrum (término referente al rugby)”, según el reporte de la BBC.
Además, según People, al abrirse un poco de espacio entre Su Majestad y las jugadoras, una de las integrantes del equipo, que no estaba en el grupo cuando sucedió el acercamiento grupal, se aproximó al royal para pedirle un abrazo personal, una petición a la cual tampoco se negó el tierno padre del príncipe William, quien en más de una ocasión se ha mostrado como un gobernante moderno y cercano al pueblo.