Si algo nos ha quedado claro, es que Kate Middleton sabe cómo deslumbrar. Y cuando hablamos de joyas icónicas, los diamantes de la reina Alejandra de Dinamarca son sus favoritos para ocasiones especiales.
Pero, ¿qué tienen de especial estas piezas? El collar de diamantes de la reina Alejandra y la Diadema de Brillantes han sido protagonistas en eventos top de la realeza británica. Lo que pocos saben es que, según la revista Caras, estas joyas tienen un origen de película: la legendaria mina Golconda, en la India. Después de un largo recorrido, terminaron en el joyero más exclusivo de la realeza.
En 1862, Alejandra de Dinamarca se comprometió con el príncipe Eduardo VII, el hijo mayor de la reina Victoria. La boda se celebró en marzo de 1863 en la capilla de San Jorge de Windsor, y aunque el evento fue grandioso, lo que realmente robó miradas fue el set de joyas de la novia: una tiara, un collar, un broche y unos pendientes valuados en casi 8 millones de libras. ¡Un sueño!
Los diamantes favoritos de Kate Middleton que siguen brillando a través de la historia
El collar, conocido como la gargantilla “collet”, fue un regalo de la Alcaldía de Londres. Con 31 diamantes de talla antigua, su diseño ajustado al cuello se podía convertir en un “choker”, una tendencia que arrasó a principios del siglo XX. Hoy, esta y otras joyas de la colección Rundell, creadas por la casa Garrard, siguen siendo tesoros de la realeza británica.
El misterio de la tiara perdida de la reina Alejandra de Dinamarca
A diferencia del collar, la tiara de Alejandra de Dinamarca tuvo otro destino. Cuando falleció en 1925, la pieza pasó a una de sus hijas en vez de quedarse en el tesoro real. Y aquí viene el drama: con el tiempo, desapareció. Algunos dicen que fue desmantelada y vendida por partes, pero lo cierto es que su paradero sigue siendo un misterio.
Alejandra de Dinamarca marcó un antes y un después en la moda de la realeza. Hoy, sus joyas siguen siendo las favoritas de la reina Camilla y Kate Middleton, quienes las sacan a relucir solo en eventos realmente especiales. Porque, cuando se trata de elegancia, el brillo de la historia nunca pasa de moda.