Un 29 de julio pero de hace 43 años se celebró en la Catedral de San Pablo la legendaria boda entre Lady Di y el entonces príncipe Carlos. El enlace estuvo marcado por increíbles hitos en materia de eventos nupcias, como la recepción de más de tres mil invitados y el gasto de más de 600 mil dólares en seguridad.
Sin embargo, el detalle en la organización que definitivamente fue el protagonista fue el increíble vestido que portó la novia, el cual hasta la fecha sigue resultando una inspiración para las mujeres que están próximas a celebrar su enlace.
El vestido, valorado en su momento en 9 mil euros, fue diseñado por David y Elizabeth Emanuel, quienes lo describieron como “un traje que tenía que ser algo que fuese a pasar a la historia, pero también algo que Diana amase”, dos condiciones que, definitivamente, se cumplieron.
5 datos que quizá no sabías sobre el vestido de novia de Lady Di
Diana de Gales escogió personalmente a quienes diseñaron su vestido
De acuerdo con lo descrito en el libro “La Diana definitiva: una mirada íntima a la Princesa de Gales de la A a la Z”, escrito por la autora real Sally Moore, Lady Di escogió personalmente a los diseñadores de su vestido de novia después de haber quedado encantada con una blusa de gasa diseñada por ellos para una sesión de fotos con Antony Armstrong-Jones, eI conde de Snowdon.
Además de los Emanuel otros expertos estuvieron involucrados en el diseño del vestido
David y Elizabeth Emanuel no fueron los únicos involucrados en el diseño del vestido de novia de Diana, sino también Stephen Walters, quien elaboró la tela de tafetán de seda en color marfil. También para aportar ideas al modelo fue consultada la diseñadora Maureen Baker, quien había creado el vestido de novia de la princesa Ana.
Se usaron 90 metros de tul en su diseño
Según se retrata en el libro “Representando a Diana, Princesa de Gales: La memoria cultural y los cuentos de hadas revisitados”, escrito por Colleen Denney, un testigo describió a la icónica prenda de la siguiente manera: “el vestido era de crinolina, un símbolo de belleza y grandiosidad, un merengue bordado con perlas y lentejuelas, el corpiño con volantes de encaje”.
El atuendo estuvo decorado con bordados a mano, lentejuelas y 10 000 perlas, centrado todo ello en un motivo con forma de corazón,9 luciendo cosido en las enaguas, de 90 metros de tul,10 una herradura de caballo de oro de 18 quilates cubierta de diamantes como símbolo de buena suerte.
Los diseñadores temían que el día de la boda el vestido no se ajustara a la princesa Diana
Los ajustes del vestido se vieron dificultados debido a que la princesa había desarrollado bulimia y bajado de la talla 14 a la talla 10 (73 a 60 cm de cintura) en los meses previos a la ceremonia; la modista, consciente de su dramática pérdida de peso, temía que el traje no se ajustase al cuerpo de Diana como debía. Finalmente, los diseñadores elaboraron cinco cuerpos diferentes con el fin de acomodar el traje a la silueta cambiante de la royal.
La larga cola del vestido casi no cabe en el carruaje que transportó a Lady Di
Por otro lado, la cola del vestido, desmontable y de más de siete metros de largo, también presentó inconvenientes. Según el escritor Andrew Morton en el libro “Diana: Her True Story”, los diseñadores se dieron cuenta demasiado tarde de que habían obviado las dimensiones de la carroza acristalada en la que Diana y su padre acudirían a la catedral, si bien la princesa había expresado su deseo de que el traje tuviese la cola más larga de la historia de la realeza, la princesa experimentó un momento de poco glamour al ver la cola de su vestido totalmente aplastada en el vehículo en el que se transportó.