El pasado 31 de agosto se llevó a cabo el enlace matrimonial entre la ahijada del rey Felipe VI, Victoria López-Quesada, y Enrique Moreno de la Cova, y, pese a que se esperaba que el evento transcurriera completamente en privado, los fotógrafos oficiales de la Casa Real estuvieron presentes. Esto con el fin de tomar las fotografías oficiales del evento y más tarde difundirlas a través de los canales oficiales de la Zarzuela.
En el par de imágenes en el que se muestra a los novios, junto al invitado de honor, Don Felipe, llamaron también la atención por la aparición de las infantas Cristina y Elena, quienes, volvieron a reunirse cara a cara con su hermano, de quien se decía se mantenían distanciadas.
Otro detalle que llama la atención, aunque era algo que se tenía previsto, es la ausencia de la reina Letizia, quien desde hace unos días se encuentra en París para apoyar a la selección española en los Juegos Paralímpicos. Para muchos expertos, estas variables esconden detrás fuertes mensajes.
La redención de la infanta Cristina
Uno de los principales mensajes que podría estar enviando la fotografía de la boda de Victoria López Quesada es la intención que tiene la Casa Real de redimir la imagen de la infanta Cristina, ahora que ya han pasado más de seis meses desde su divorcio con Iñaki Urdangarin, a quien la hermana del rey le debe la mancha de su nombre, tras verse involucrada en el controvertido Caso Nóos, por corrupción.
El rechazo del rey emérito Juan Carlos
Otra de las variables que podría representar un mensaje subliminal en la foto oficial de la boda de la ahijada del rey, es la confirmación de que, incluso en los altos círculos de la monarquía, Juan Carlos I se encuentra relegado. Por otro lado, la fotografía evidencia cómo la reina emérita Sofía sí se hizo presente en el evento.
El papel de Letizia en la monarquía
La ausencia de la esposa de Felipe VI en la foto familiar tampoco resulta en vano, ya que el mensaje podría ser claro: la Casa Real busca evidenciar cómo el rey es capaz de llevar la fiesta en paz con sus hermanas, siempre y cuando Doña Letizia no esté presente.
Hacer pública una fotografía de un evento familiar privado en el que no se hizo presente la reina de España, por cuyas venas no corre sangre azul, solo denota una cosa: a Letizia se le tiene asignada únicamente para actos oficiales, donde su papel es mostrarse cercana a la gente, tal y cómo se muestran sus recientes fotos en París, y no precisamente mezclarse con las esferas en las que Felipe convive desde su nacimiento.