La princesa Charlotte de Gales y la princesa Leonor de Asturias, son algunos de los ejemplos más emblemáticos de cómo debe vestirse una princesa en la actualidad, aunque si bien ellas han sabido adaptar muchas de las reglas a las tendencias, generaciones del pasado han tenido que acotarse a estatutos más estrictos de indumentaria.
Por su parte, Lady Di y Kate Middleton, como representantes de las Casas Reales británicas también han tenido que enfrentarse a algunas de las reglas que engloban no solo puntualizaciones sobre la vestimenta, sino también de conducta y formación real.
Comprobando que la vida de una princesa no es tan fácil como parece, en VANIDADES te presentamos 3 estrictas reglas que deben cumplir las royals para no cometer faltas a sus respectivos protocolos reales.
Los recatados códigos de vestimenta
De acuerdo a la Escuela Nacional de Protocolo, una princesa no puede llevar nunca escote o faldas por encima de la rodilla, con el fin de no enseñar piel “de más”.
Tampoco podrán utilizar tiara aquellas royals que no estén casadas, ni usar esmalte deusñas ni pintalabios de colores fuertes o llamativos.
Otro aspecto que llama la atención es que queda estrictamente prohibido ir sin medias, las cuales deberán ser siempre de un tono claro natural y sin brillo. Del mismo modo, tanto los peinados como el maquillaje deberán ser sencillos y sin estridencias, aunque con una imagen siempre pulcra.
La conducta también debe de tener un carácter reservado
De acuerdo a la misma fuente y a las demostraciones de las representantes de la Corona, una princesa tiene prohibido hablar de temas sensibles, como política o intimidades.
Además, las royals siempre deben mostrar una actitud positiva, gentil y humilde, siendo las actividades humanitarias algunas de las funciones más importantes atribuidas a su cargo, pero tomando en cuenta que no pueden cometer gestos de afecto en público, ni firmar autógrafos o cruzar sus extremidades, en señal de recato y respeto.
Diferentes formaciones son obligatorias para las princesas
Igualmente, ejemplificando este punto tenemos a varias royals que han seguido este punto del protocolo al pie de la letra, ya que se tiene conocimiento que muchas de ellas son políglotas, como exige su estricta formación académica. Además de hablar muchos idiomas, las princesas deberán tener estudios de diplomacia y protocolo.
En el caso de las herederas, tal como lo ha demostrado recientemente la princesa Leonor, deberán tomar formarse militarmente en academias que les enseñen una labor mucho más comprometida con la nación que lideran.
