Bridgerton es una de las series más exitosas de los últimos años. La mezcla perfecta de romance, drama y aventura de 1813, que logra cautivar a la audiencia de una manera muy especial. Esta historia, basada en el best seller de Julia Quinn, ha sido traducida a más de 30 idiomas y hoy, sigue siendo tema de conversación.
Uno de los aspectos que ha dado mayor fuerza a esta producción, sin duda es el vestuario. La responsable es Ellen Mirojnick, quien en una entrevista compartió su opinión explicando “no nos interesa reflejar el universo de Jane Austen porque este no es el típico drama histórico, sino un mundo ficcionado más sexy. Partimos de cómo era la sociedad y sobre ello pensamos una nueva manera de virar hacia algo más aspiracional y moderno”.
Hay que recordar algo de suma importancia, esta serie no es histórica, sino ficción ambientada en un período histórico, por lo que la representación de la sociedad de aquella época, no es pura ni apegada a la realidad.
En entrevista para SModa, Mirojnick comentó las particularidades del vestuario de Bridgeton y por qué casi nada del mismo es “realista”. “Teníamos que idear una nueva manera de ver 1813. Cambiamos completamente la paleta de color y añadimos todo tipo de decoraciones y bordados, algo que no era nada frecuente en esa época”.
Otra diferencia respecto a aquellos años, es que en el vestuario del drama, se agregaron varias capas de tela, sobre todo tul, con el fin de aportar movimiento a los vestidos. La misma publicación también explica que no había forma de que las mujeres de clase alta de 1813 salieran de su casa sin un sombrero que les cubriera la cabeza o con mangas cortas y era impensable que para las galas se llevara el pelo suelto.