Coco Chanel se convirtió en uno de los máximos íconos de la moda y revolucionó la forma de vestir de las mujeres en una época donde imperaban los fastuosos adornos y vestidos, e introdujo la sobriedad y pulcritud como sinónimo de elegancia.
Por ello es que vale la pena hablar de su legado y vida, la cual fue bastante controvertida. Aunque eso no importó para convertirse en una leyenda de la moda, así como en una de las personas más influyentes del siglo XX, pues además cambió la percepción de la feminidad y construyó un imperio fashionista.
Quién fue Coco Chanel
Su nombre completo era Gabrielle Bonheur Chanel —según ella misma— y nació en Saumur, Francia, un 19 de agosto de 1883, en el seno de una familia humilde. Mientras que creció en un orfanato de monjas, en donde aprendió a coser y bordar.
Aunque su introducción al mundo de la moda se produjo hasta sus 22 años, gracias a Étienne Balsan, un joven oficial de caballería y rico heredero textil francés, con el que mantuvo una relación de años y que la introdujo a una vida de lujo y ocio.
De hecho, durante el tiempo que fue amante de este burgués adinerado, comenzó a confeccionar sombreros y después este mismo hobbie se convirtió en un negocio de sombrería en 1909. Mientras que al año siguiente estableció su casa de moda, Chanel Modes, en el número 21 de Rue Cambon, en París.
Su carrera fue en ascenso e impuso su moda entre la gente “chic” de la época, y abrió dos tiendas más, teniendo bajo sus órdenes a 300 empleados. Pero en la Primera Guerra Mundial tuvo que cerrar, hasta que terminó el conflicto y volvió a trabajar.
Entre sus amores, además de Balsan, tuvo a Edward Arthur Capel que la ayudó a financiar una de sus tiendas, así como Hans Gunther von Dincklag y Demetrio Románov.
Finalmente, en medio del gran reconocimiento mundial que ya todo mundo conoce, Coco Chanel murió sola en su habitación del Hotel Ritz de París, en 1971, a causa de un paro cardíaco.
Coco Chanel, el máximo ícono de la elegancia
Aunque ya sabemos el gran aporte que hizo a la moda de la época, si hay algunos aspectos por los que podemos justificar que Gabrielle Chanel se convirtió en el máximo ícono de la elegancia, estos pudieran ser principalmente por los trajes de tweed, el vestido negro y la falda a la rodilla.
Estas piezas revolucionaron la moda y dejaron en claro que no se necesitaba de diseños elaborados y apretados, como los corsés, para resaltar el cuerpo femenino. Mientras que el color negro lo convirtió en un tono que se puede usar no solo para el luto, sino también para lucir elegante. En tanto que crear una falda que llegara a la rodilla, fue también liberador para las mujeres que, hasta ese entonces, solo usaban faldas muy largas.
Por último, no podríamos dejar de mencionar su famosa fragancia N°5, que se ha convertido en una de las principales insignias de esta casa de moda, así como sus icónicos bolsos que, en pleno 2024, siguen siendo de los más asediados.