Hacer de una campaña publicitaria una crítica social es uno de los méritos por los que Olivierio Toscani será recordado. Sus imágenes marcaron las décadas de los años 80 y 90, con su aguda visión demostró que una buena imagen vale más que mil palabras. Hoy, 13 de enero, el fotógrafo murió a los 82 años.
“Para explicar algunas cosas simplemente las palabras no bastan. Nos lo has enseñado tú. Así que preferimos despedirte con una imagen que hiciste para nosotros hace muchos años, en 1989. Adiós Olivierio. Sigue soñando”, fue el mensaje con el que compartió la triste noticia Benetton, la casa italiana de moda para la que colaboró por más de 20 años.
El icónico fotógrafo italiano, que revolucionó la publicidad con sus imágenes provocativas, falleció tras una batalla de dos años contra la amiloidosis, dejando un legado imborrable en el mundo de la moda, la publicidad y el arte. Según Clínica Mayo: “La amiloidosis es una enfermedad poco frecuente que se produce cuando una proteína llamada amiloide se acumula en los órganos. Esta acumulación de amiloide puede hacer que los órganos no funcionen correctamente. Los órganos que pueden verse afectados incluyen el corazón, los riñones, el hígado, el bazo, el sistema nervioso y el tracto digestivo”.
Un genio llamado Oliviero Toscani
A los 14 años, Oliviero Toscani, hijo del fotógrafo Fedele Toscani, ya había publicado su primera imagen en el Corriere della Sera. Tras una sólida formación en Zúrich, su carrera despegó rápidamente, consolidándose como un referente en la moda y la publicidad antes de su icónica colaboración con Benetton.
Oliviero Toscani fue una fuerza creativa que cambió para siempre el papel que desempeña la publicidad en el debate público
Toscani seguía el consejo heredado de su padre: “Si ves algo interesante, dispara”. Pero detrás de la mayoría de sus imágenes hay algo más que la genialidad de un instante inmortalizado, detrás de la lente está la mente. El pensamiento crítico de un fotógrafo adelantado a su época que, gracias a su visión, revolucionó pensamientos y abrió a debates sociales.
Así, Oliviero trascendió la fotografía para convertirse en un prolífico pensador. A través de sus imágenes y entrevistas, desafió las normas sociales y abogó por una aceptación auténtica de la diversidad, criticando las formas superficiales de tolerancia.
“Siempre he contado los problemas de la sociedad, de discriminación, racismo, inmigración, enfermedades, porque eran los temas de los que discutía con Luciano [Benetton]. Así que, ¿por qué no afrontarlos también con los demás? En el fondo, de modelos y de belleza ya hablaban todos”. Contaba que con cada polémica le llamaban de Benetton y le hacían “un proceso”, llegó a comentar en una entrevista publicada en El País.
Las imágenes con las que revolucionó la publicidad
Toscani no solo fue un fotógrafo; también fue un pensador provocador que cuestionó las normas sociales.
La imagen, provocativa y polémica, desencadenó un intenso debate sobre las nociones raciales, invitando a la reflexión sobre la importancia de la diversidad y la igualdad. Obvio, la imagen incluye un suéter de lana de la firma italiana.
“Es más fácil fotografiar la guerra que a los niños”, llegó a decir Toscani. Con sus imágenes, algunas en apariencia inocentes, cuestionó maliciosos prejucios sociales.
La legendaria imagen del beso entre un sacerdote y una monja, una provocación deliberada de Toscani, desencadenó un intenso debate sobre la sexualidad, la religión y los roles de género, desafiando dogmas arraigados y abriendo espacios para una reflexión más crítica.
Con esta impactante imagen, Oliviero desafió las barreras raciales, demostrando que más allá de la piel, todos somos iguales. Una provocación visual que sigue resonando en la conciencia colectiva.
Con su característico estilo directo y sin concesiones, Toscani convirtió su cámara en un arma para denunciar la epidemia del SIDA. Su fotografía de un enfermo terminal, rodeado de su familia, trascendió el ámbito publicitario para convertirse en un poderoso testimonio periodístico.
Más allá de sus fotografías icónicas, Toscani nos dejó un legado de compromiso social. Su capacidad para generar debates y cuestionar el status quo contribuyó a moldear una sociedad más consciente y crítica. Descanse en paz.