Chanel transformó este martes el Grand Palais de París, que amaneció cubierto por la nieve, en una villa italiana, donde presentó su colección primaveral de Alta Costura sin la presencia del diseñador, Karl Lagerfeld, quien presentó una novia moderna de Chanel.
Villa Italiana
El escenario sorprendió al reproducir una villa italiana, cuyo jardín servía de pasarela a modelos que desfilaron al ritmo de “Parole, Parole”, el éxito setentero de Mina y Alberto Lupo, o el tema principal de la película de Ettore Scola para “Dramma delle Gelosia” (1970), con Marcello Mastroianni y Monica Vitti en los papeles principales. Chanel apostó por una silueta alargada, con faldas lápiz hasta los tobillos y acampanadas en el bajo, para su colección primavera-verano 2019 Alta Costura, donde muestra el talento de sus costureras y la capacidad de innovación artística de la casa en propuestas reservadas a las clientas más pudientes. El famoso “tweed” de sus trajes se hila con tonos reflectantes en chaquetas rectas con cuellos barco y las faldas se abren en la parte delantera para facilitar el movimiento. En una gama de pasteles y colores pop, como rosa chicle, verde menta, manzana además de los colores por excelencia de la “maison”, el blanco y el negro, las creaciones se amaneraron con la introducción de plumas que dieron a las modelos un aire a la reina María Antonieta, a lo que ayudó un moño exageradamente cardado a lo alto como peinado. Casualmente, la directora de cine Sofia Coppola, que dirigió en 2006 “María Antonieta, la reina adolescente”, se encontraba entre la invitadas, y vistió una chaqueta marinera, vaqueros y el zapato “Slingback” en negro, el clásico tacón destalonado, todo de Chanel. “Las plumas, el maquillaje, la ropa… ha sido como transportarse a otra era. Es gracioso, yo no tengo nada que ver, pero si qué pensé en ella cuando vi el vestido rosa del final”, dijo la directora a la prensa, a la que explicó que empezará a trabajar en un rodaje en Nueva York en primavera. Ese aire barroco de telas bordadas, guipur, mangas de globo y faldas con miriñaque dejó paso a siluetas más fluidas, con vestidos blancos de muselina y encaje, como las enaguas femeninas del siglo XIX.
Un solo modelo de calzado
La casa presentó además algunos diseños más juveniles y rockeros con faldas de piel y chaquetas de pelo y reinvenciones del clásico minivestido negro con tirantes finos y escote recto. En los accesorios, las mismas flores que decoraron los vestidos se convirtieron en broches para el pelo y pendientes de pluma y brillantes. Destacó en los zapatos un único modelo, un botín destalonado de tacón fino y alto presentado en satén negro, rosa, blanco o verde, a juego con las prendas. La presentación de colecciones primavera-verano 2019 de la Alta Costura, que arrancó este lunes y concluirá el jueves, continúa este martes de la mano de Julien Fournié y Alexandre Vauthier, y el miércoles con Elie Saab y Jean-Paul Gaultier, entre los más reconocidos.