La primera dama de EU lució trajes de importantes diseñadores durante su visita a la capital británica
Mayo 24, 2011
El paso por el Reino Unido del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, junto a su esposa, Michelle, atrajo tanto a políticos y diplomáticos como a curiosos, y es que que el glamour no faltó durante la visita oficial.
La estadía comenzó el martes con una reunión con la reina Isabel II, el príncipe de Gales, la duquesa de Cornualles y los duques de Cambridge.
Por la tarde, acudieron a Downing Street, donde se reunieron con el primer ministro David Cameron, con quien Obama jugó un improvisado partido de ping-pong, mientras Michelle visitaba edificios públicos de la zona.
Para su viaje, Michelle Obama llevó una maleta con piezas de diseñador para lucir siempre impecable. El martes aprovechó para cambiarse varias veces de atuendo y disfrutó de los diseños de diferentes casas de modas internacionales.
Para una cena elegante y formal, cuya anfitriona fue la reina Isabel II, la primera dama estadounidense lució un vestido blanco, de inspiración helénica, con cuello halter, drapeado y cruzado de Tom Ford, uno de los principales diseñadores de Estados Unidos, quien pasa la mitad del año en Gran Bretaña.
El cabello de la señora Obama estaba atado en un moño, lo que acentuaba sus brillantes aretes. Como complemento llevaba unos guantes blancos por encima del codo y una pequeña bolsa de mano plateada.
La reina también optó por un vestido blanco con muchos brillantes.
Previamente, durante la ceremonia de bienvenida, la señora Obama y la reina se complementaron con vestidos florales azules.
Michelle Obama también asistió con el presidente Obama a la Abadía de Westminster y a la residencia oficial en Downing Street para saludar al primer ministro David Cameron. Para estas actividades, la primera dama optó por un vestido morado de la diseñadora serbia Roksanda Ilincic, acompañado de un saco azul del diseñador de ascendencia cubana Narciso Rodríguez, cuyo estudio está en Nueva York.
Más tarde, la primera dama aprovechó la ocasión para dar en la Universidad de Oxford una charla sobre la importancia de la educación ante un auditorio formado por estudiantes de secundaria de un colegio del norte de Londres. Ahí fue vestida con un pantalón negro y una blusa dorada con un cinturón de aplicaciones doradas.
Para la noche del miércoles, en una cena en honor a la reina Isabel, la primera dama estadounidense volvió a brillar. Ahora fue en un vestido negro de hombros descubiertos de Ralph Lauren.
El punto focal fueron las llamativas joyas que utilizó la señora Obama, que consistieron en un brazalete y una gargantilla del diseñador irlandés Tom Binns.
