Esta semana Máxima de Holanda ha dado, una vez más, una cátedra de glamour y estilo luciendo un maravilloso vestido y una histórica tiara, durante la cena de gala que se realizó recientemente en los Países Bajos, tras la visita de Estado del Presidente de Corea del Sur y su esposa.
Durante el banquete ofrecido al mandatario surcoreano Yoon Suk-yeol, y la primera dama, Kim Keon-hee, la reina Máxima acaparó las miradas con una pieza que, para sorpresa de muchos, ya había usado hace tiempo y que aquí te contamos de cuál se trata..
El look de gala de Máxima de Holanda
Así pues, para este compromiso, la esposa del rey Guillermo Alejandro eligió usar un vestido de manga tres cuartos, confeccionado con terciopelo de color burdeos, adornado con bandas de encaje de guipur, lo que le da un curioso efecto como si estuviese ‘agujereado’.
Esta pieza, conocida como modelo Lissie, es de la firma griega Costarellos y, aunque no lo creas, no es la primera vez que la luce. De hecho, se la vimos por primera vez cuando viajó a Grecia en 2022, para una cena ofrecida por su visita en aquel país.
Cabe resaltar que este diseño se aleja de los tradicionales vestidos de gala que estamos acostumbrados a ver dentro de la realeza europea por su estilo. Mientras que podemos encontrar este mismo modelo en color verde, como el que usó la reina Matilde Bélgica.
Pero para esta reciente ocasión, la royal neerlandesa portó la tiara Mellerio, que es de la Familia Real. Esta preciosa joya cuenta con 385 piedras, entre diamantes y rubíes, y habría sido un regalo del rey Guillermo III para su esposa, la reina Emma.
Además, la tiara fue mandada a hacer con el diseñador francés Mellerio dits Meller —de ahí su nombre— y se puede sustituir las piedras que tiene por otras, aunque nunca se ha recurrido a ello.
Mientras que para complementar su look de reina, Máxima usó dos brazaletes a juego, unos pendientes y un anillo que forman parte también del conjunto con tiara. Además, portó un broche conocido como ‘devant de corsage’ en la parte de la cintura. Aunque esta pieza, en realidad, forma parte del collar original que la reina Emma le mandó quitar, en su momento, porque lo consideraba muy ostentoso.
Con ello, podemos darnos cuenta que la reina de los Países Bajos no tiene miedo a mostrar un estilo diferente al de otras royals, y que además, le gusta arriesgar en sus atuendos.