La gran actriz italiana asegura que las joyas deben dar alegría y subastó las suyas en Sothebys para financiar un proyecto benéfico
A los 86 años, Gina Lollobrigida, en su momento conocida como Lollo, se dedica a la escultura, la fotografía y una causa benéfica. A esta última están destinadas las ganancias, casi de 5 millones de dólares, procedentes de la subasta de 22 lotes de joyas, la mayoría diseñadas por Bulgari por dos motivos principales: uno, que era el joyero más importante de Roma y a Gina le gustaba la orfebrería y el estilo distintivo de la casa italiana en los años 50 y 60. El otro motivo es que las joyas formaban parte de un momento especial en el proceso creativo de Bulgari y son piezas que no estaban disponibles.
Lollobrigida se dirigió a la prensa después de la subasta de sus joyas en Sotheby’s de Ginebra. El evento generó interés entre los coleccionistas alrededor del mundo porque pertenecieron a una de las grandes divas del cine, una estrella cuyo glamour y atractivo sexual muchos -entre ellos Humphrey Bogart- aseguraban que sobrepasaban los de Marilyn Monroe. Ella lograba establecer una relación de seducción con la cámara, que no es algo que se aprende; pero ahora, como ya no se dedica a la actuación, asegura que no las necesita.
Izquierda. Combinación collar-brazalete. Una de las creaciones más importantes de Bulgari fue identificada por Daniela Mascetti en su libro Bulgari. Lollobrigida la llevó en 1961, cuando ganó el Golden Globe. Esta joya, hecha en 1954, fue vendida en 783,851 dólares. Derecha: Estos aretes de perlas naturales se vendieron en más de 2.3 millones de dólares, con lo que rompieron el récord previo.
El deseo de subastarlas le llegó a Gina Lollobrigida porque se interesó en una enfermedad que sufre una niña llamada Sofía, quien podría recibir ayuda médica con terapia a base de células madre, un proceso que no está disponible en Italia. Según sus declaraciones, quiere llamar la atención del parlamento italiano para que aprueben ese tratamiento. De ahí que haya vendido las joyas para crear un fondo a beneficio de esta causa, que pueda ayudar a los enfermos que ahora no tienen acceso al tratamiento y se ven obligados a viajar fuera del país para obtenerlo. Desafortunadamente, algunos no disponen de los medios económicos para hacerlo. “Me complace saber que estas joyas pueden crear un patrimonio que viva más allá de mí y que continúe haciendo el bien”, dijo Lollobrigida.
Las joyas de Gina, que en diversas ocasiones le propusieron que las vendiera, ya tienen nuevos dueños, y la actriz se adentra en una nueva aventura, bus- cando nuevos retos y nuevos placeres.
La modelo con las joyas de Gina antes de la subasta. Anillo de esmeralda y diamantes: de talla de almohadón, con una esmeralda de 16.62 quilates. Hecho en 1964, fue vendido en 181,050 dólares. Aretes de esmeralda y diamantes: Talla de gota. De 1964, fueron vendidos en 306,633 dólares.