Lavar de manera correcta el cuello de las camisas es fundamental para que queden blancos y por ende, se vean como nuevas por mucho más tiempo, pero, ¿sabes si realmente lo estás haciendo bien? Aquí te lo explicamos.
Conseguir que los cuellos de las camisas y blusas queden muy blancos puede ser un desafío, especialmente si hay acumulación de suciedad, sudor o grasa, pero aquí te compartimos un método infalible.
Método para dejar el cuello de las blusas y camisas blancos
Materiales:
- Detergente líquido
- Bicarbonato de sodio
- Vinagre blanco
- Cepillo de dientes o cepillo pequeño de cerdas suaves
- Agua caliente
- Rociador (opcional)
- Agua oxigenada (opcional para manchas difíciles)
Procedimiento
- Pretratamiento
En un recipiente pequeño, mezcla una parte de detergente líquido con una parte de bicarbonato de sodio para formar una pasta. Esta mezcla ayudará a eliminar la grasa y las manchas.
Aplica la pasta directamente sobre el cuello de la camisa, asegurándote de cubrir bien todas las áreas sucias.
- Cepillado
Usa un cepillo de dientes viejo o un cepillo pequeño de cerdas suaves para frotar suavemente el cuello de la camisa. Trabaja en pequeños movimientos circulares para no dañar el tejido.
Deja que la mezcla repose en el cuello de la camisa durante unos 15-20 minutos.
- Remojo
Llena un recipiente con agua caliente y agrega una taza de vinagre blanco. El vinagre ayudará a eliminar las manchas y a desinfectar el área.
Coloca la camisa en la mezcla y deja que se remoje durante al menos 30 minutos. Si el cuello está muy sucio, puedes dejarlo durante una hora.
- Lavado
Lava la camisa en la lavadora utilizando el ciclo habitual, preferiblemente con agua caliente si la tela lo permite. Asegúrate de usar un buen detergente para ropa.
Para manchas persistentes, puedes rociar una mezcla de agua y vinagre directamente sobre las manchas antes de lavar.
- Tratamiento de manchas difíciles
Para manchas extremadamente difíciles, aplica un poco de agua oxigenada directamente sobre la mancha y deja actuar durante 10-15 minutos antes de lavar. Ten cuidado con los tejidos delicados, ya que el agua oxigenada puede decolorarlos.