Este martes, los duques de Sussex llegaron a Dublín en su primera gira por el extranjero como pareja casada, ya que el gobierno busca usar a la “sangre joven” de la realeza para reforzar su relación al tema relacionado con el Brexit. Harry y Meghan volaron desde Londres en avión privado después de asistir a los eventos para conmemorar el centenario de la RAF en la Abadía de Westminster y el Palacio de Buckingham, en donde se les vio junto a William y Kate, duques de Cambridge.
El sonriente Harry fue el primero en bajar del avión, seguido de Meghan, quien vestía con una falda lápiz en color verde botella, de Givenchy, el mismo diseñador detrás de su vestido de novia, combinada con un top de manga al codo a tono. Completó con unos tacones camel y un bolso tote de una de sus firmas de accesorios favoritas, Strathberry.
Y más tarde, dentro del mismo día ¡Meghan volvió a cambiarse de outfit! Para asistir a una fiesta en el jardín en la residencia del embajador británico en Irlanda, Markle optó por un elegante vestido midi negro de Emilia Wickstead con escote cuadrado, el cual complementó con un clutch Givenchy negro y tacones negros de Aquazzura. Completó el look con unos pendientes de morganita en forma de gota y diamantes, de Birks, su casa joyera favorita. https://www.instagram.com/p/BlEHBruhl21/?taken-by=thecatwalkitalia La primera visita de Harry y Meghan al extranjero en nombre del gobierno del Reino Unido los llevará a participar en un festival deportivo gaélico en Croke Park, asistir a una fiesta de verano en la residencia del embajador británico y visitar Trinity College, un total de diez compromisos durante 24 horas en la capital irlandesa. Este viaje fue diseñado para promover las buenas relaciones diplomáticas con Irlanda, y el Brexit seguramente será una prioridad en su agenda. Para evitar comentarios, los asistentes reales informaron que oficialmente se aprobó que la pareja alquilara un avión privado en lugar de tomar un vuelo regular. Los recién casados viajaron con un séquito de once personas, entre ellos, un peluquero y un asistente personal, a quienes, según el palacio de Kensington, se les paga de manera privada.
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