Las sandalias son un must de la temporada primavera verano, pero nadie puede negar que siempre hay un par al cual le tienes más amor, ya sea por su comodidad, porque combina con todo o simplemente te hace ver súper estilizada. Es por eso que aquí te vamos a contar cómo evitar que se dañen con el calor, la arena, la playa, etc.
Guarda las sandalias en un lugar fresco: asegúrate de mantener tu calzado lejos de la luz solar directa cuando no lo estés usando, ya que el sol puede decolorar y debilitar los materiales. También puedes colocarlas en bolsas de tela transpirables o en cajas para protegerlas del polvo y la luz solar.
No pongas las sandalias al sol ni junto a la calefacción: Birkenstock recomienda que permitas que se sequen a temperatura ambiente para conservar la capacidad de absorción y no dañar su forma original.
Limpieza: retira toda la suciedad de las sandalias con un paño húmedo regularmente para quitar el polvo y la suciedad. Usa productos específicos para materiales como cuero o gamuza cuando sea necesario. Para materiales delicados prefiere un cepillo suave para mantener la textura y eliminar la suciedad sin dañarla.
Acondicionador de cuero: si tus sandalias son de cuero, aplica un acondicionador de cuero para mantenerlas flexibles y evitar que se agrieten debido al calor.
Revisión de daños: inspecciona de manera regular las sandalias para detectar signos de desgaste y haz reparaciones menores cuando sea necesario. Por ejemplo, si las correas comienzan a aflojarse, refuérzalas o reemplázalas antes de que se rompan por completo.
Al seguir estos prácticos pero poderosos y útiles consejos, podrás prolongar la vida útil de tus sandalias favoritas y mantenerlas en buen estado, incluso en climas cálidos. Haz la prueba y verás. ¡Tienes nuestra palabra de fashion lover!