Aunque la escena social de Nueva York ama el glamour de la novedad y siempre busca estar al tanto de las últimas tendencias, es una ciudad que honra sus tradiciones, como la gala de otoño del Ballet de Nueva York.
Una cita especial a la altura del estreno de temporada de la Ópera de Garnier en París o la del Teatro Real en Madrid. Cobijada por las luces de Manhattan, Metropolitan Opera House logra reunir en una misma sede a personalidades del mundos de las artes, el espectáculo, el diseño y, obvio, la moda.
Esta gala de otoño del Ballet de Nueva York tuvo un matiz muy especial, pues fue la celebración de su 75º aniversario. Y aunque para la ocasión, hubo un despliegue de vestidos de gala elegantes, complementos de moda sofisticados y mucha producción en el área de maquillaje y peinado, lo cierto es que siempre hay una personalidad que logra resaltar entre las demás y en esta ocasión fue la diseñadora Carolina Herrera.
Adiós a la regla de los 3 colores
La diseñadora, de nacionalidad venezolana, es una experta en el arte de ser el centro de atención, sabe el impacto que tienen los colores dentro de un atuendo y logra renovar la definición de elegancia.
Carolina Herrera llegó acompañada por el director creativo de su firma, el talentoso Wes Gordon y por el artista en vidrio, Paul Arnhold (pareja del diseñador), vestidos en tuxedos negros con una radiante flor de tela en la solapa.
Sin duda, un guiño al look portado por la diseñadora de moda, quien usó un vestido corte envasé, de cuello redondo, manga larga, tipo cóctel, transformado un vestido de fondo de armario en un outfit de gala gracias a un cinturón ancho de hebilla cuadrada del que caía una sobrefalda larga.
Si de por sí, la genialidad y versatilidad de ambas piezas es motivo de atención. El color de las mismas lo transforman en un atuendo icónico: rojo y rosa mexicano (fucsia). Pero su look color blocking no quedó ahí, Carolina Herrera fue por más y completó su outfit con unas zapatillas de un intenso tono vino burdeos.
¿Rojo, fucsia y burdeos en un mismo atuendo? ¡Por supuesto! El resultado es espectacular. Esto rompe con la regla de los 3 colores, que recomienda no combinar más de tres tonos en un mismo outfit, eligiendo un color dominante, acompañado de dos neutros.
Las zapatillas rojo granate hicieron una combinación perfecta con el espectacular broche en forma de fruto con el que la diseñadora decoró su cuello, prescindiendo del uso de collar.
Con esta lección de estilo, Carolina Herrera nos sigue demostrando que en cuestión de estilismo, dominio de tendencias y moda, ella posee un as bajo la manga.
Otras invitadas a la gala fueron Christy Turlington, Naomi Watts, Diane Kruger, Ariana De Bose y Sarah Jessica Parker.