La presencia de la princesa de Gales en la final masculina de Wimbledon no decepcionó a nadie, desde se actitud desenvuelta y lenguaje corporal, pasando por su compañía, hasta su outfit, todo ha sido analizado a detalle. Pero, para los amantes de la joyería, hubo un luminoso accesorio que no pasó desapercibido: ¡sus aretes!
Evidentemente, el look que lució Kate fue seleccionado a detalle. Desde el impecable vestido morado de la firma Safiyaa hasta sus infaltables zapatillas de tacón color nude, por supuesto, la joyería jugo un papel importante.
Para su segunda aparición pública en lo que va del año, desde que comunicó que padecía cáncer, la princesa de Gales usó unas pequeñas arracadas “chunky”. Se trata de un diseño en tendencia, que se lo hemos visto a Katie Holmes, Michelle Obama, Florence Pugh y Hailey Bieber, entre otras.
Aunque las que usó Kate son de la firma de joyería independiente By Pariah, se trata de un modelo en tendencia. En apariencia gruesos y pesados, este tipo de aretes es sorprendentemente ligero y muy favorecedor.
Kate se une a la tendencia de las arracadas gota
Sobre el modelo usado por Kate, la fundadora de By Parah, Sophie Howard contó a Harper’s Bazaar: “Están inspirados en esos grandes pendientes esculturales que usaba mi madre cuando yo era pequeña. Por eso se llaman ‘Sabine Hoops’, llevan su nombre”.
Entre la tendencia de joyería para verano, las clásicas arracadas evolucionan, siguiendo la tendencia oversize, aumentan de volumen y se convierten en una declaración de estilo: son populares y fáciles de usar.
Para la diseñadora de joyería, este tipo de aretes “le dan un toque elegante a un atuendo, pero de una manera elegante y sin esfuerzo. Son una alternativa única a los clásicos aros dorados”.
A diferencia de las arracadas convencionales, este tipo de arracadas tienen una forma de gota o lágrima, pero están huecas como una burbuja, por eso no pesan, pero sí aportan mucha luz a quien los usa.
Son como pequeños foquitos luminosos que irradian luz, casi tan efectivos como un iluminador para cara, además de que son muy ligeros. A diferencia de las opuletas y penadas joyas que acostumbran portar los miembros de la realeza, la elección de la princesa de Gales para Wimbledon fue una opción moderna y elegante.