Amy Adams ha vuelto a demostrar que la sensualidad no tiene por qué estar reñida con la sofisticación… La actriz hizo gala de un estilo impecable en el estreno de su nueva serie Sharp Objects, en el Cinerama Dome de Los Ángeles, donde la vimos en la entrada del evento con un espectacular vestido negro de Calvin Klein by Appointment de mucho vuelo en la falda y un escote de impacto, el cual acompañó con joyas de Cartier. Junto a Amy, otras intérpretes que comparten cartel con ella, mostraron sus mejores apuestas. Tenemos a Patricia Clarkson, quien eligió texturas metálicas, las de su vestido de Jeffrey Dodd. Por su lado, Sydney Sweeney preferió el romanticismo de Brock Collection; y Madison Davenport optó por el blanco de un MSGM con zapatos Casadei. Aún así… Nadie pudo opacar la elegancia de Amy Adams.
Esta bella estrella, quien comenzó su carrera artística en teatros de cena antes de hacer su debut en pantalla en 1999, en la comedia negra Drop Dead Gorgeous, además, ha sido catalogada como una persona cálida y gentil, suave como las fibras de algodón que le gusta tocar. Es una de esas chicas a quien todas quisiéramos tener de amiga, al menos de compañera de trabajo o de vecina con quien compartir un café alguna que otra tarde. Debajo de esa apariencia afable y engañosamente inocente, late una arrolladora intensidad. Su determinación en los ojos azules no permitió que la princesa Giselle de Enchanted congelara a la actriz, de hoy 43 años, en un estereotipo. Ha evolucionado velozmente y ha recibido cinco nominaciones al Oscar, porque ella es capaz de desaparecer bajo la piel del personaje que interpreta y de trabajar de manera incansable.
