La camisa blanca es un básico del fondo de armario ya que es ideal para que a partir de ella puedas crear looks desde informales hasta outfits muy estilosos. De ahí la importancia de cuidarlas como se merece. Por eso te vamos a contar 5 alternativas para que evites que se percudan o se vuelvan amarillas.
Cómo evitar que las camisas blancas se percudan
Lavala con frecuencia
No permitas que el sudor y los aceites corporales se acumulen en la tela. Lava las camisas después de cada uso, especialmente si has sudado. Asegúrate de eliminar el sudor y los aceites antes de que penetren profundamente en las fibras evita la decoloración amarillenta.
Usa agua fría y detergente para ropa blanca
Prueba lavar tus camisas blancas en agua fría con un detergente diseñado específicamente para ropa de este color y evita el uso de cloro, ya que puede dañar las fibras y causar ese tono amarillamiento con el tiempo.
El agua fría y el detergente adecuado preservan el brillo de la tela y evitan la acumulación de residuos que pueden causar manchas amarillas.
Usa bicarbonato de sodio o vinagre
Añade media taza de bicarbonato de sodio o una taza de vinagre blanco al ciclo de lavado. Ambos actúan como poderosos agentes naturales de limpieza que ayudan a mantener las camisas blancas.
El bicarbonato de sodio y el vinagre blanco neutralizan los olores y descomponen los residuos, ayudando a evitar el amarillamiento. Evita lo más que puedas la secadora
Considera que el calor excesivo puede acelerar el proceso de amarillamiento en las prendas en general. Seca las camisas al aire libre siempre que sea posible y usa la plancha solo cuando sea necesario y a baja temperatura.
Toma en cuenta que según los expertos de Better Homes & Gardens, minimizar la exposición al calor prolonga la vida de las fibras y previene el daño que puede causar el amarillamiento.
Guarda correctamente
Guarda las camisas blancas en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa. Usa bolsas de ropa transpirables si es necesario. La exposición prolongada a la luz solar o a ambientes húmedos puede causar decoloración y amarillamiento. El almacenamiento adecuado protege las prendas de estos factores.