María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, o sólo “Chavela”, fue una mujer que con valentía decidió romper con varios de los estatutos normativos de su época, tanto en lo musical, como en el desarrollo de varias dinámicas sociales, ya que por medio de la expresión de su sexualidad y la disrupción en su forma de vestir marcaron un antes y después para las mujeres en México y Latinoamérica.
La mujer conocida por su característica voz áspera, pero armónica, llevó consigo siempre una esencia que desafió a lo impuesto y la complementó al rededor de toda su carrera por medio de la moda, siendo señalada como alguien que se esmeraba por parecerse al sexo opuesto.
La estética de Chavela Vargas fue señalada como “masculina”, debido a que omitía el uso de faldas o vestidos, reemplazando su uso por grandes zarapes y pantalones anchos. Sin embargo, haciendo una lectura actual de su estilo, podemos deducir que ella solo estaba sentando las bases del ahora llamado “genderless”.
Chavela Vargas dijo adiós a los vestidos
Aún durante la década de los 60 ́s, el uso únicamente de vestidos y faldas por parte de las mujeres estaba muy normalizado, haciendo lucir “rudas” a quienes optaban por portar un pantalón.
Aunque hoy en día, existen cortes de pantalones femeninos, Chavela prefería el uso de pantalones holgados, con un corte recto, para esconder su femenina silueta y convertirse en un ser con apariencia inclinada hacia el espectro andrógino.
La Chamana instauró el uso de camisas oversize
Parte fundamental del estilo de Chavela Vargas, apodada “La Chamana” por las propiedades curativas que se le adjudicaban a su voz, era el uso de camisas holgadas, una prenda que también en su época era más socorrida por hombres que por mujeres.
La intérprete de “Piensa en mí” solía utilizar la camisa abrochada hasta el último botón, dándole una apariencia más rígida y masculina.
Chavela y el poder de los accesorios
Chavela Vargas complementó su estética “sin género” utilizando accesorios como paliacates, lentes gruesos e incluso pistolas para restar los rasgos de feminidad que su aspecto natural lucía.
Además, el uso de cabello corto y estampados a cuadros son un legado de la moda “genderless” acuñados por figuras adelantadas a su época como la icónica intérprete de “Paloma negra”.
