Se dice que Jorge VI, recibió ayuda de su hermano, el príncipe Eduardo VIII, para quedarse a solas con su supuesta amante, una mujer casada con la que tuvo un romance secreto. Ella es la supuesta amante de el padre de la reina Isabel.
Amante del padre de la reina Isabel
Para el mundo era desconocida esta historia de amor prohibida entre el padre de la reina de Inglaterra y una mujer casada, hasta que se descubrió una carta que fue escrita el 09 de junio de 1919, por el propio Eduardo VIII.
En ese entonces, Jorge VI aún no era rey, y comenzó un supuesto romance prohibido con Lady Sheila Loughborough, una mujer de la socialicé australiana que estaba casada con Lord Loughborough.
En la carta, Eduardo VII cuenta cómo tuvo que entretener a Lord Loughborough para que su hermano, al que en ese entonces llamaba “bertie”, pudiera quedarse a solas con Lady Sheila, por quien sentía una profunda atracción.
Carta que prueba el romance secreto de Jorge VI con una mujer casada
La carta iba dirigida a Freda Dudley Ward, por aquel entonces amante del príncipe Eduardo y mejor amiga de Lady Loughborough. En ella explica lo que tuvo que hacer para propiciar el encuentro entre su hermano y la socialicé australiana.
Después de tomar el té conseguí deshacerme de Loughie [lord Loughborough] con la excusa de querer jugar al golf en el campo local, para que así Sheila pudiera quedarse a solas con Bertie [el padre de la reina Isabel II].
Ellos dijeron que estaban cansados y les dejamos en casa, pero figúrate mi horror cuando llegamos al campo de golf y vimos que cerraban los domingos, cariño.
Sin embargo, me mantuve firme y en su lugar me llevé a Loughie a dar un paseo
¿Qué paso con la amante del padre de la reina Isabel?
De acuerdo con el diario The Times, Jorge VI conoció a Lady Sheila en una fiesta celebrada en Londres en 1918. Se dice que mantuvieron este romance secreto hasta 1920, cuando su padre, el rey Jorge V, los descubrió.
Jorge V le ofreció a su hijo nombrarlo duque de York a cambio de que terminara su relación con Lady Sheila. Ese mismo año ella se mudó a Australia con su marido.
Para 1923, el padre de la reina Isabel se casó con Elizabeth Bowes-Lyon, quien sería la madre de la actual monarca de Inglaterra, y de la princesa Margarita.
