Al igual que nuestro cuerpo, el cerebro también necesita ejercitarse para mantenerse saludable, de lo contrario, podría perder capacidades vitales con el tiempo
Forzar al cerebro durante una enfermedad. Trabajar o estudiar mucho cuando se está enfermo es muy dañino para el cerebro, ya que puede provocarse una disminución en la eficacia de este órgano a largo plazo, por lo que es recomendable descansar cuando se tiene algún malestar. Evitar reacciones violentas o estrés, ya que causan el endurecimiento de las arterias del cerebro que con el tiempo disminuyen la capacidad mental. Consumir altas cantidades de azúcar. El exceso de este alimento invade la absorción de proteínas, ya que si el cuerpo no consume de manera correcta diversos nutrientes, el desarrollo del cerebro se ve interferido por la mala alimentación. Dormir con la cabeza cubierta. Taparla con una almohada o con la cobija cuando se duerme aumenta la concentración de dióxido de carbono (CO2) en el cerebro, lo que puede ocasionar efectos severos en este órgano. Resuelve ejercicios mentales y dedícate a leer textos complejos. Los acertijos o los rompecabezas son ideales para evitar enfermedades seniles como la demencia. También memoriza nombres, direcciones, canciones, números telefónicos, etc., que te ayudarán a mantener tu cerebro en buena forma. Recuerda que tu salud está en tus manos, por ello, mantén una alimentación rica en nutrientes y vitaminas para ayudar a mejorar la memoria. Incluye en tu dieta ácidos grasos, omega-3, pescado, frutos secos, frutas y vegetales. Medios ambientes con contaminación. El cerebro es el órgano que más consume oxígeno y si permanece mucho tiempo en este ambiente, como consecuencia habría una deficiencia cerebral. Ser solitario. Según un estudio británico, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B., la corteza prefrontal, una región del cerebro situada sobre los ojos, es más grande cuanto mayor es el número de amigos con los que contamos. Hacer poca actividad física. De acuerdo con especialistas de la OMS, hacer ejercicio puede cambiar la estructura del cerebro, mejorar sus funciones y mantenerlo saludable. Tabaquismo. Fumar causa la disminución del cerebro y eleva el riesgo de padecer Alzheimer. Saltarse el desayuno. Las personas que salen de casa sin desayunar carecen de un nivel óptimo de azúcar y proteínas, los cuales son esenciales, sobre todo en las primeras horas del día, para evitar el deterioro del cerebro. No comer las cantidades adecuadas. De acuerdo a una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), señala que tras estar a dieta se activan genes ligados a la longevidad y al buen funcionamiento del cerebro. Dormir poco. Dormir ocho horas diarias hace que el cerebro pueda descansar, de lo contrario, si se duerme poco, se acelera la muerte de las células cerebrales. Practica un deporte. Haz caminatas en un espacio verde, no solo despejarás tu mente para dar lugar a nuevos pensamientos y resolver problemas en forma creativa, sino que oxigenarás tu organismo. Medita al menos 10 minutos al día. Pon atención a tu respiración y relaja cada zona de tu cuerpo con tus pensamientos. Evitarás el envejecimiento prematuro. Al igual que nuestro cuerpo, el cerebro también necesita ejercitarse para mantenerse joven y saludable, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen malos hábitos, que de no poner atención en ellos, el cerebro podría perder capacidades vitales con el tiempo. Aquí una lista de las actividades cotidianas que perjudican a este órgano. Falta de estimulación y conversación. Pensar es la mejor manera de estimular el cerebro, no hacerlo provoca que disminuya su tamaño y, por lo tanto, su capacidad. El intercambio de ideas con otras personas, la lectura, el debate y la ejercitación de la memoria promueven la eficiencia cerebral.