La disposición de las luces es el elemento central en este pequeño y acogedor departamento
El comedor está rodeado de ventanas y paneles de cristal. Alrededor de la mesa negra de líneas simples están las sillas Solo, de B B Italia, en blanco. La sencillez y la luminosidad se integran a la perfección en este pequeño apartamento para crear un hogar sumamente agradable, moderno y acogedor. En el comedor se percibe un aire casi minimalista, balanceado por el uso de la madera y la presencia del jardín que se incorpora a través de las puertas de cristal que dan acceso al interior de la casa, transformándola de forma radical.En la pared al fondo del área donde la familia se reúne para ver la televisión se ha puesto un simpático juego geométrico hecho en teca para colocar adornos. El dormitorio en el segundo piso se distingue por la sobriedad; aquí prevalecen los colores austeros como café, negro, gris... con la intención de propiciar no solo destellos sofisticados, sino también el concepto de que se está en un lugar de quietud: para relajarse, leer y descansar. Un detalle que no pasa inadvertido: la ausencia de cuadros en las paredes. El baño sigue la misma línea de sobriedad, pero logrando un ambiente de intimidad que se crea entre las luces y las velas colocadas debajo del espejo. La cocina blanca tiene la superficie revestida de Corian, un material muy sólido y resistente. Es un lugar ideal para tomar café o unas copas mientras se prepara la cena. El ambiente exterior es un elemento cambiante que se integra a la cocina, añadiéndole dinamismo al espacio.
