Si te preocupa que el cambio de horario afecte el sueño de los niños, toma en cuenta estos consejos para mejorar su descanso. El horario de invierno está a la vuelta de la esquina.
Dos veces al año toca ajustar los relojes para acoplarse a un cambio de horario. El de invierno podría pensarse como “menos agresivo” porque se atrasa una hora, lo que significaría que descansas más. Pero es inevitable que estos cambios representen un reto para que bebés y niños se acostumbren. Por eso hay que cuidar la manera en que el cambio de horario afecta las horas de sueño.
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Qué es el cambio de horario y cómo afecta a los niños
El horario de invierno 2020 en casi todo México inicia el domingo 25 de octubre, así que el sábado 24 deberás retrasar el reloj una hora antes de acostarte. Y aquí es donde viene la parte divertida: cuando el “reloj corporal” de los niños hace que no tengan ganas de dormirse temprano. Esto pasa porque mientras sean las 9pm, ellos aún tendrán la energía acostumbrada de las 8pm, por ejemplo. Los médicos mencionan que este reloj biológico se afecta por el cambiante ritmo de la luz externa. Los expertos de la Asociación Española de Pediatría añaden que se pueden notar problemas de atención, mal humor, cansancio e irritabilidad. Síntomas naturales de una mala noche de sueño o descanso, pues la rutina se ve afectada.
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Consejos para que no se afecte el sueño de los niños
La AEP y demás expertos en pediatría consideraron una serie de medidas que puedes tomar para alivianar esta transición de horario. Cambia los horarios de comida y siesta: adapta poco a poco la hora en que los niños comen y toman siesta, así permiten que la luz externa actúe acorde con su rutina. Evita que se expongan a los aparatos digitales antes de dormir: esta es una regla básica en cualquier horario, pero los primeros días es fundamental para no estropear la calidad de sueño. Añade alimentos ricos en triptófanos (aminoácido para el crecimiento de los bebés y mantenimiento de proteínas y enzimas): huevos, leche, carne, pescado, plátano, calabazas y legumbres. Este elemento ayuda al desarrollo de los niños y les ayudará a sortear las noches de mal sueño. Oscurece las habitaciones: en el horario de invierno, el sol sale más temprano. Pero para evitar que los niños se despierten antes y no concluyan con las horas necesarias de sueño, oscurece la habitación. Ejercita a los niños por la tarde: adelanta un poco las horas de actividad física para que lleguen a la noche con más ganas de descansar. También estará más oscuro desde temprano, eso puede servir para acortar el tiempo fuera.
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